En diálogo con “El Repaso”, por Radio Provincia, dijo que vamos a tener una Navidad “muy difícil y dolorosas porque la gente está sufriendo y el gobierno se regocija con eso. Miente con los números, trata de cambiar los ejes de la realidad, donde importa más el individualismo y la meritocracia, antes que la cooperación comunitaria y la solidaridad”.
Agregó que “lo que dice el gobierno es diametralmente opuesto a lo que vemos en los barrios. La pobreza no sólo aumentó, sino que genera una situación de violencia intrafamiliar e intrabarrial a niveles, pocas veces visto”.
El sacerdote, miembro del grupo de Curas en Opción por los Pobres, contó que está viendo algo inédito “y cruel, que es la pelea de los cartoneros en las villas. "Como hay poco cartón porque hay menos ventas y aumentaron los cartoneros, porque la gente se queda sin trabajo, cuando encuentran cartones en una esquina empiezan a pelearse”
“Encima -continuó- si la ministra de Capital Humano en vez de inventar cifras y cercenar derechos, libera los alimentos que tiene retenidos, ayudaría mucho, pero son psicópatas, disfrutan del dolor y el sufrimiento ajeno”.
El diácono indicó que “antes, en los barrios había códigos: el chorrito robaba en todos lados, menos en su barrio. Ahora roba ahí y espera que se vaya el vecino para entrar en la casa. Se están rompiendo los lazos solidarios y ahora es un “sálvese quien pueda” -remarcó.
“Es todo muy complicado -señaló el sacerdote. Hay gente que no tiene un pandulce ni una sidra para celebrar. Si no tenemos clara conciencia, al momento de brindar, que hay gente sola, triste, desesperada y ni siquiera podemos compartirle un vaso de agua, poco podemos hacer para mejorar esta sociedad. Esperemos que quienes tienen la facultad de gobernar ablanden su corazón y sientan un poco de empatía con los que están sufriendo” -reflexionó.