De visita por la localidad bonaerense de La Matanza el Gobernador de la Provincia entrega 230 escrituras a 117 familias correspondientes al Barrio 17 de Marzo. En esta oportunidad, el primer mandatario bonaerense está acompañado por la vicegobernadora, Verónica Magario y el intendente local, Fernando Espinoza.
El acto se encuadra en un proyecto de regulación dominial que asciende a un total de 1.100 escrituras proyectadas. Las 870 restantes están en trámite.
Hasta diciembre de 2022 las tierras de los barrios Puerta de Hierro, San Petersburgo y 17 de Marzo pertenecían al Instituto de la Vivienda de CABA. Pero, en acuerdo con el gobierno provincial, nacional y municipal se transfirieron al Organismo Provincial de Integración Socio Urbana - OPISU. Y eso permitió iniciar la tramitación de las escrituras a través de la Escribanía General de la Provincia.
En contacto con “Es Un Montón” por Radio Provincia, Alicia manifestó que “está muy feliz” y destacó que ahora sus “hijas van a estar respaldadas por una escritura y nadie va a venir a echarlas”.
Seguido, Alicia recordó que en momentos de la dictadura cívico militar, cuando ella tenía 10 años “vivía en Escalada y, no me olvido más, vinieron, nos levantaron en un camión blanco y nos prendieron fuego las cosas. Hoy eso no me va a pasar”.
“Hoy vengo con mucha felicidad a recibir a Kicillof para que me dé la escritura”, aseguró ilusionada.
Por su parte, María vecina del barrio 17 de Marzo bis relató “estamos todos reunidos y esperando porque vamos a recibir la escritura del terreno”.
“Hace mucho que esperamos, más de 30 años. Mi hijo nació acá y tiene 35. Estoy muy agradecida a Dios porque nos van entregar la escritura”, dijo en contacto con la radio pública.
Por último en “Todo Este Ruido”, Victorina de 80 años, calificó de “un lujo” poder acceder a la documentación porque si no era a través de la Escribanía General de Gobierno le hubiera sido “imposible”.
La mujer admitió “siempre nos parecía tan lejano” conseguir la documentación pero también enfatizó que “nunca perdieron las esperanzas” de acceder a la tan ansiada escritura del terreno.
Asimismo recordó que al principio, los vecinos del barrio empezaron sacando los yuyos y limpiando el predio “a pulmón, nada de camiones ni tractores como se hace ahora. Yo hoy, pensando en aquel día, estoy cumpliendo un sueño”.
“Todos teníamos la esperanza, la ilusión de tener la escritura. Pero, pensando lo que fueron esos trabajos hace 38, 40 años, que se nos dé así es una alegría porque es una cosa tan deseada y tan cara para todos nosotros” destacó la mujer que enviudó joven y prontamente tuvo que hacer frente a la construcción de un casa y la crianza de un niño especial.
“Si teníamos que pagarlo, nunca podría haberlo hecho. Me quede viuda muy joven con un hijo especial y tuve que terminar la casa sola. Así que escriturar por mi cuenta era un lujo que yo no me podía permitir”, cerró.