Al respecto, explicó que “no son nuevos, pero que en la última década cobraron relevancia". Se trata de cuatro satélites de pequeñas dimensiones que "serán puestos en órbita a partir del 2022”.
Los Cube-Sat, “son satélites estandarizados, con un tamaño y forma particular”. Detalló que a partir de las dimensiones “la Universidad va a desarrollar nuestro satélite de 3 kilogramos”.
La función que cumplirá el satélite será para “la observación terrestre”. Las técnicas de aplicación aprovechan “las señales emitidas por satélites de navegación, como los GPS”.
Esta tecnología “aprovecha el rebote de las señales emitidas en la tierra para poder sacar datos terrestres”, tales como la humedad del suelo, rugosidad o indicadores como temperatura.
Botta detalló que la construcción “está planteada como una serie de satélites que se volverán cada vez más complejos”.
El tamaño de los satélites, permite que sean puestos en órbita a través del lanzamiento de otros que “consiguen ser colocados en un mismo cohete, como ocurrió con el SAOCOM 1B”.