Sonia Rivas, encabeza un comedor barrial que ofrece desayuno y cena a más de 250 personas del barrio.
En diálogo con Radio Provincia 1270, Rivas se refirió a la grave situación social que enfrentan en este momento, sobre lo que explicó que “inventamos todos los días para que llegue un plato de comida a la gente”.
Seguido, dijo que cada vez que se presenta ante la gente sostiene: “Tengo un comedor y tenemos que hacer magia para que la gente se alimente”.
Explicó que antes tenía un kiosco donde había metegol y a diario “venían 5 hermanos que compraban galletitas y gaseosa. Hasta que un día empecé a jugar con ellos al metegol. El hermano mayor tenía 14 años y me contaron que su mamá había fallecido, no tenían papá y se habían quedado en la calle”.
Al otro día mi marido hizo una olla gigante de comida y me dijo que entren a comer. Todos los días les dábamos de comer hasta que un día les pedimos que se bañaran y luego tuve la tutela, a pesar de la justicia muy lenta, y los crié y ahora ya soy bisabuela. Todos están casados, tienen hijos y son muy felices”.