En conversación con el programa Perdidos en el Espacio, el actor Fabio Prado se refirió a su papel en la obra Otelo: “Yago es como un permiso todos los fines de semanas para destilar lo malo y todas las cosas que acumulo. Hay muchas que me enojan, y eso se lo pongo todo al personaje para que se envenene bien envenenado y destile veneno durante las funciones. Es el malvado de la obra. Sirve como catarsis básicamente”. A lo que agregó: “En esta versión de Nicolás Prado, que es mi hermano, es muy divertido también mi personaje”.
“Ya no tengo a mis padres, pero el gen de esta familia es teatral. Ellos se conocieron haciendo teatro en La Plata durante la década del 60. De chicos no nos leían cuentos, nos leían obras de teatro”, contó. “Yo me considero actor. Si he escrito algunas cosas, más que nada por necesidad de expresar determinadas cuestiones que no he podido encontrar en otras obras, pero es algo que no me gusta hacer. Mi hermano sí es director. Para mí de los dos él es el verdadero artista y me llena de orgullo”, aseguró.
Asimismo, señaló que “el personaje de Yago es un tipo que es perverso y comete las peores maldades, pero francamente tiene muchos apartes. Hago un Yago muy simpático y empático, hago reír a la gente, los meto como cómplices y a medida que pasa la obra no pueden creer que este tipo sea tan basura”. Cabe destacar que la obra está los sábados a las 21 horas y los domingos a las 20 horas en la Sala Armando Discépolo (calle 12 entre 62 y 63).