Eduardo Torres es el fotógrafo top de la gastronomía argentina. Recorre provincias plato a plato y retrata el alma de cada ingrediente y cocinero.
De paso por "El Tenedor de Libros", en el estudio que la radio pública tiene en la Feria del Libro el fotógrafo que tiene “más de 40 libros de cocina” publicados dijo: “Veo y retrato algo que me llama la atención y que me conmueve. Cosas cotidianas que me generan algo, eso guardo” porque “la fotografía capta e inmortaliza momentos únicos e irrepetibles” al “sacarle un instante a la realidad, al tiempo y guardarlo para siempre”.
Al repasar su carrera recordó que comenzó “haciendo publicidad de distintas cosas”. Y la primera foto específica que tomó fue “a un vino” y esa fue la puerta de entrada para luego “hacer “La guía argentina de vinos” para Cuisine & Vins que fue el primer trabajo en el ambiente gastronómico. Luego cuando se creó la revista “El Gourmet” me llamaron y la hice desde el primer número hasta el último”.
Por otra parte, al repasar el know how de la fotografía publicitaria aseguró que “se usa muchísima comida para hacerla” y eso le representa un “problema filosófico”.
“Hay que tener esto muy claro, hay que tratar de recuperar la comida, regalarla, llevarla a algún lugar. Hay mucho desperdicio y eso hay que cambiarlo porque las cosas no están para que eso suceda”, analizó.
Finalmente, señaló que admira profundamente "el trabajo de los fotoreporteros porque registran un instante único que nos cuentan una historia”.
De hecho, “todos tenemos fotos guardadas en nuestra retina. Yo mismo tengo esos instantes guardados más que otras cosas. Se vuelven instantes únicos, porque te quedan grabados. Y también tiene un valor social enorme. Además, el trabajo es extraordinario, porque también se desempeñan en una situación de mucho estrés y riesgo”.