En Código Provincia recibimos a Nicolás Igarzábal quien reflexionó sobre el arte de escribir, editar y publicar libros desde una visión independiente en la Argentina actual, "escribir es sufrir y corregir no tanto, corregir es placentero. Escribir tiene varias etapas, al principio es placentera, ese momento inicial de excitación, después llega una etapa que estás cansado, odiás el libro, como podrido, pero seguís investigando. En ese momento tenés que soltar, entregarlo a un editor, a un amigo, dejarlo reposar y después volver. Es una cuestión de amor odio todo el tiempo. Sospechás si te dice que escribir el libro fue amor todo el tiempo. Pero en el libro de Charly no sufrí tanto, sabía que iba a ser poco tiempo de escritura, 6 meses, un años, aprendí, evolucioné como investigador".
Su último libro, "La Máquina de Hacer Pájaros. Charly, el rock progresivo y la dictadura" lo llevó a "3 hemerotecas en CABA, según la época que tengo que investigar y después conseguí hemerotecas y redacciones de otros países, como Uruguay. Es gratificante ayudar al otro, hay una especie de cofradía de colaboradores rockeros. Así conseguí archivos de La Máquina en Uruguay".
El libro tiene muchas páginas únicas, con información de primera mano, "hay detallecitos que no están en ningún lado, como una gira de Rosario a Córdoba por ciudades chiquitas, una locura. Cuando empecé a hacer el libro, encontré perlitas, contar cosas que no estaban en otros lugares. Al principio quería hablar de gente que había visto a La Máquina, tenía un Word eterno de testimonios de gente que vio a la Máquina y en un momento quise investigar más. Había canciones básicas que hablaban de la dictadura, en la peor época del país, dictadura y sangre. A Charly le preguntan por el 24 de marzo y decía que era el día que habían apagado la luz".