El médico explicó en “El Repaso”, por Radio Provincia, que “el fentanilo es un derivado sintético de la planta de opio que se usó siempre con fines analgésicos. De ahí se fueron obteniendo derivados semisintéticos como la morfina y la heroína, pero el fentanilo tiene cien veces más de potencia analgésica”.
Agregó que “es de uso frecuente en áreas de quirófano, donde los anestesistas lo usan en forma complementaria para el tratamiento analgésico operatorio o postoperatorio, o para tratar patologías graves, como las oncológicas y en pacientes politraumatizados, pero siempre con un estricto control médico, en pacientes internados con asistencia respiratoria mecánica”.
Respecto de la investigación por las 34 muertes presuntamente vinculadas al uso del fentanilo Saracco señaló que “esto comenzó a medidos de abril con pacientes internados en terapia intensiva que tuvieron complicaciones infeccionas no vinculadas a su patología de origen. Eso despertó todas las alarmas e intervino el ANMAT que determinó cuál era la partida contaminada y frenó su uso y su distribución”.
“Lo que queda -continuó- es determinar si esos pacientes fallecieron por su enfermedad de origen o por haber recibido esta medicación contaminada con dos bacterias” y precisó que el Instituto Malbrán es el que está llevan a cabo las investigaciones para determinar la presencia de esas bacterias en los fallecidos.
Por último, el especialista afirmó que “el director técnico del laboratorio es el responsable de que se cumplan las buenas prácticas de filtrado y asepsia, según los máximos estándares de control, para evitar todo tipo de contaminación. Acá lo que pasó es que fallaron los mecanismos de control o que hubo una mano ajena intencional que buscaba cometer un daño. O sea que la justicia tiene que investigar si hubo mala praxis o un acto criminal” -concluyó.