Julieta Lema practica deportes desde chica en el club Estudiantes de La Plata, del cual es ferviente hincha. A la edad de 16 años se probó en el club Argentino de City Bell y desde allí consolidó su carrera como futbolista que la llevó a ser convocada en la selección nacional, como así también ser contratada para disputar con el club Sol de América de Paraguay la Copa Libertadores que se disputó este año en Argentina.
Sobre sus inicios en el fútbol recordó que tras enterarse de una prueba que habría en el club Argentino Juvenil de City Bell que está ubicado a 3 cuadras de su casa quedó elegida sin saber que era para una selección. “Terminé viajando a Mar del Plata porque ni siquiera estaba fichada”. Además, contó que sus primeros botines le fueron prestados por su amigo Fernando Cano, “que me acompañó a esa prueba. Y no me quedaban grandes, me quedaban recontra grandes”.
Lema consideró importante el acompañamiento de su familia para su desarrollo de su carrera: “mi mamá mi papá hermanos y familia desde el primer partido que jugué me fueron a ver todos los partidos, y eso me hizo la jugadora que soy porque pude hacerlo con total libertad”.
Su Abuela Nelly dijo también en Gambeta de Dama es “una hincha furiosa de ella” y que “hasta que me dejó la pandemia no me perdí ningún partido de ella agarrada del alambrado. Estoy orgullosa, la felicidad que tengo en estos casi 90 años no me la esperaba”.
Seguidamente se refirió a la actividad en pandemia destacando el trabajo del cuerpo médico, las y los preparadores físicos, y de las jugadoras. “Es mucha responsabilidad, no hay una resultado todas las semanas como en la primera de hombres que se pueden aislar” por lo cual “nos manejamos con total responsabilidad y cuidados en el fuera de lo que es el club”.
Luego reflexionó sobre las situaciones de inequidad que se plantean entre deportistas hombres y mujeres. “Tanto la AFA, como los clubes y los medios de comunicación tienen que darnos más bola para que la cadena se active. La parte nuestra la ponemos todos los días en los entrenamientos. Algunas son madres, trabajan de otra cosa, ¿por qué andar haciendo una colecta para poder viajar a jugar un partido?”, y recordó el episodio en el que Villa San Carlos se negaba a pagar el viaje para su plantel femenino de primera división cuando para el mismo caso con el fútbol masculino había dispuesto la contratación de un avión.
Finalmente manifestó que el movimiento feminista junto a la iniciativa de jugadoras por la semi profesionalización “se fue dando de la mano”, y se mostró esperanzada en las nuevas generaciones de mujeres futbolistas. “El cambio empieza con las nenas que empiezan a entrenar desde chiquitas”.
Julieta Lema también es "profe" en el club Argentino Juvenil de City Bell, donde enseña la práctica deportiva a niñas de la zona.