En diálogo con Pase lo que pase dijo que luego de tres pedidos formales, finalmente la jueza María Romilda Servini de Cubría citó a Hugo Guerrero, el efectivo de gendarmería que disparó contra su defendido.
“La primera presentación la hicimos acompañando a la mamá, el papá y el hermano”, dijo, al tiempo que agregó: “Cuando empezamos, Pablo estaba en terapia intensiva” razón por la cual “no pudo presentarse como querellante. Sigue estando grave, está en etapa de rehabilitación” que es “lenta y difícil”, a la espera de que “le implanten una especie de casco que le cubra lo que le voló el gendarme Guerrero”.
Seguido, comentó que “mientras estábamos en el hospital” el día que Grillo recibió el disparo, “la familia veía cómo Patricia Bullrich decía por televisión que Pablo era un militante kirchnerista detenido”. Eso, sumado a “las noticias que los médicos le transmitían a la familia sobre el estado de salud de Pablo” dio inicio a “ese padecimiento que empezó la misma noche del 12 de marzo”.
Recordó que esa misma noche, canales como La Nación + y TN dedicaron horas a reproducir la versión del Gobierno. “Hemos visto horas de filmaciones, y las más claras son las de TN, donde es indubitable lo que pasó”, remarcó la letrada.
Luego precisó que el hecho ejecutado por Guerrero “es un homicidio en grado de tentativa, agravado por la condición de ser integrante de una fuerza de seguridad”, y consideró que la demora en la convocatoria al imputado “probablemente se debió a que la jueza haya querido tener más elementos o certezas”. En ese sentido, mencionó que oportunamente la jueza solicitó a Gendarmería que profundice una primera investigación en el sumario correspondiente a la actuación de Guerrero por inconsistencias. “Mandaron una segunda investigación que era peor, porque terminó diciendo que la culpa era de Pablo, y en él sostiene que el gendarme cumplió con la normativa” lo cual “confirma la responsabilidad de Bullrich” como responsable política del accionar represivo que puso en riesgo la vida de Grillo.