Al comienzo de la nota, Beatriz Bragoni expresó: “El libro surge frente a un diagnóstico común en un grupo de colegas de grandes historiadoras y también antropólogas. Pensamos que era oportuno hacer una obra de síntesis en torno a todo lo que se ha conocido de nuevo sobre el proceso de movilización y politización social que tuvo lugar a partir del cambio político de 1810. La historiografía en los últimos treinta años modificó muchísimo sus enfoques y sus metodologías, y la historia política ganó mucho vigor. Entonces ese proceso de revitalización de la historia política también estuvo acompañado por una diversificación temática, en donde las mujeres como otros sectores subalternos ganaron protagonismo”.
Asimismo, la doctora en Historia (UBA) y editora de Las mujeres de la Revolución, señaló: “Teníamos un conjunto de trabajos muy eruditos, muy importantes sobre ese procesos y sobre esas experiencias femeninas. Nos pusimos de acuerdo con Edhasa para armar un plan editorial que diera cuenta de esa polifonía, de ese conjunto plural de voces, tanto de las mujeres de las clases altas como de los sectores plebeyos. Involucra siluetas femeninas del mundo rural, del mundo urbano, del actual norte argentino, de las provincias alto peruanas (Bolivia, Paraguay) y también de la provincia oriental, en este caso Montevideo. Es un universo amplío y en una temporalidad larga”
Por otra parte, al respecto de cómo hicieron para reconstruir sus experiencias de vida en ese proceso, la también investigadora del CONICET precisó: “Las fuentes o los materiales documentales de primera mano tienen que ver con censos y con expedientes judiciales en donde las mujeres hacen valer su voz y sus derechos a través de intermediarios, en función de abusos, de deudas pendientes, de compromisos no cumplidos entre la autoridad política y sus aportes digamos”.
“Esas mujeres hicieron aportes importantes al proceso revolucionario a través de donativos diversos con sus escasos bienes o con sus trabajos. También brindaban servicios en las postas. Hay otro punto que es fundamental, que es como cambió la revolución la vida de estas mujeres. Si bien esa sociedad campesina ya estaba feminizada por efecto de la migración de los varones en búsqueda de trabajo por fuera de sus pagos, la revolución aceleró el proceso de desvinculación de los varones de sus hogares. Entonces las mujeres quedan al frente de sus hogares y es un fenómeno que se va a prologar prácticamente hasta 1869”, concluyó en diálogo con el programa Historia Nocturna por Radio Provincia AM1270.