Al comienzo de la charla, Mariana Cincunegui contó: “La parte que armamos el Colón experimental para niños fue entre 2017 y fines de 2020, cuando me echaron con toda la gente. Hacíamos un trabajo muy particular con Colón para Bebes y habíamos llegado a hacer veintisiete funciones en una semana; la colonia del Colón empezaron ciento veinte y la cerré con mil. Cuando se iban todos de vacaciones, el teatro quedaba vacío y lo usábamos para que los niños entren, para que tengan una experiencia de teatro con las áreas”.
Además, detalló: “Se hizo todo un relevamiento del sentido profundo de la trama y bueno me agarró el discurso este pavote que estamos soportando de las ideologías. Yo dije en mi carta que los valores no estaban sobre la mesa, no era ideológico el tema. El discurso era que si era un Colón fabrica, era socialista en sí mismo. ¿Por quién está armada la opera? Si no tenes el tutú terminado, no te prenden el reflector, no está armada la escenografía y el herrero no terminó, es una cadena de producción hermosa humana y artesanal. Eso funciona con seres humanos, son horas y horas, y noches, de pensar, hacer, tejer, bordar, filar, cortar, encargar y que eso pase. Creo que esa trama es lo que estamos tratando de defender algunos y de volver a unirnos, la pandemia nos separó”.
“Para desbaratar fue un tema de ideología. Me dijeron que lo iban a revisar y yo dije que no tengo un tema partidario, yo trabajo con las infancias. Mi problema es que yo no creo en los partidos dentro de la infancia, creo que un niño tiene que poder estar capacitado para poder elegir su partido. Con esto incluyo a todos, por más que yo tenga mis ideas partidarias y que me encanta el cuarto oscuro. Me encanta tener un poco de intimidad y privacidad, pero esto es lo que está pasando, que hay que ventilar todo y todo el tiempo para vender todo, y los actos no están infundidos”, continuó la profesora, artista y cantautora argentina.
Por otra parte, en el programa El Holograma y La Anchoa por Radio Provincia AM1270, reflexionó: “Yo siento que la cultura está realmente en jaque. La cultura que copó espacios que eran para todos está realmente curada por los partidos de turno”. Mientras que Katja Alemann coincidió con esa lectura y agregó que “en este momento particular no hay alguien que tenga preparación, que tenga la cultura suficiente como para realmente tener un cargo así”.
En otro orden de temas, la actriz, bailarina y cantante habló de su obra Shambhala y precisó: “Es mi espectáculo unipersonal, lo empecé a trabajar en el 2022 porque me llevó bastante tiempo. Hago todo en este espectáculo. Compuse las canciones, después el texto que al principio era una biblia y lo tuve que ir acortando. Shambhala es el reino sagrado de la felicidad en el Tíbet. A mí me salió esa palabra improvisando una canción, no sabía que significaba eso y cuando lo supe me sirvió para organizar la dramaturgia, en donde yo recorro por qué no podemos ser felices colectivamente. Porque la felicidad es colectiva, sino te entristeces día a día de todo lo que ves que es lo que nos pasa hoy”.
A lo que añadió: “Me puse a trabajar eso y son cinco actos en donde voy pasando revista por cada tema con canciones, monólogos y escenificaciones. Tiene varias sorpresas, es muy colorido y festivo el espectáculo. A pesar de todas las cosas tremendas que le digo a la gente, porque no tengo pelos en la lengua, al final todos son felices y creo que logro ese objetivo de que la gente salga de un espectáculo habiendo pensado muchísimas cosas pero siendo feliz, que hoy no es tan fácil”.