“Es la posibilidad de que, al momento de cobrar la deuda del Tesoro, el acreedor decida no cobrar los intereses y que estos pasen a abultar el capital” con el fin de “rendir más intereses todavía”, explicó el entrevistado y añadió que “al haber emitido tanta deuda en pesos; los intereses capitalizables, que son gastos que hacen con la particularidad de que no los pagan” sino que “los patean para adelante” generan que lo adeudado sea cada vez más grande.
Por otro lado, y como vicerrector de la Universidad Nacional de General Sarmiento, se refirió a la dura situación que atraviesan las Altas Casas de Estudio del país, y remarcó que “es imposible sostener la educación pública en este contexto de semejante recortes” y aseguró que “en la historia de la democracia no hay antecedentes de una caída tan acelerada del salario, ni siquiera durante la hiperinflación. Incluso en el gobierno de Macri, que fue muy malo en términos de salarios universitarios”.