Rolando González-José, doctor en Biología detalló que en el campo de la ciencia y la tecnología “lo que se está viendo es la instalación de un clima generalizad de incertidumbre para la generación de nuevos científicos”. Y enfatizó que esta es una sensación que se puede ver caminando por los pasillos de los centros de investigación y además cuantificar a partir de diferentes métricas”.
En contacto con “Laboratorio de Ideas” por Radio Provincia el investigador del CONICET señaló que recién “la semana pasada tuvimos la demorada publicación oficial de los ingresos a las carreras de investigador por la convocatoria 2023”.
González-José detalló que “el cupo original para ese llamado era de 845 nuevos ingresantes” dado que estos “números responden a la propia demografía y a que no se generen desbalances en el seno de las diferentes disciplinas de investigación”. Agregó que pese a eso “este Gobierno redujo a 400 los cupos, bajo el argumento de la reducción presupuestaria y la preservación del superávit fiscal. Y explicó que "esto afecta directamente la continuidad laboral de los profesionales que quedaron afuera” dado que tras “una formación doctoral, que lleva 5 ó 6 años y otra postdoctoral que lleva otros 2 ó 3 más, esos becarios formados en una universidad pública compiten en un concurso abierto y transparente para el ingreso a la carrera de investigador y disputan una planta permanente en el organismo para consolidar la línea de investigación que desarrollaron durante toda su formación”.
Seguido agregó que “todavía no se concretó el ingreso de los becarios que ganaron en 2022 y los concursos 2024 y 2025 no fueron abiertos por la administración de Daniel Salamone, actual presidente de Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, asique la situación es de muchísima incertidumbre”.
Asimismo, dijo “que un presidente del Conicet que no pueda recorrer los institutos de su propio organismo es algo que va a quedar para la historia”. Y recordó que al comienzo de la gestión Salamone “comenzó una serie de recorridas por los centros tecnológicos para explicar las políticas libertarias de ajuste y no le fue bien; y por lo tanto tuvo que interrumpirlas, hasta que quedaron reducidas a visitas a foros completamente amigables. Y eso le hace perder el contacto con la masa de trabajadores, los intendentes, los gobiernos provinciales y las pymes de las economías regionales, que trabajan con los investigadores en el territorio”.
Finalmente denunció una “virtual intervención de la Jefatura de Gabinete al CONICET” en manos de María Luz “González Carman (ingeniera química que se desempeña como la jefa del Gabinete de Asesores) porque es quién está tomando las decisiones de acuerdo a las actas del organismo, cuando se trata de un ente autárquico y su presidente debiera tener otro rango”.