En declaraciones a Es un Montón, por Radio Provincia AM1270, manifestó que el informe de CARBAP que releva que hay más de 2 millones de hectáreas bajo agua o seriamente anegadas en el interior bonaerense "responde a criterios objetivos y técnicos", por lo que lo consideró "optimista". Aclaró que "en la práctica es peor aún, porque hay suelos en los que, por más que no se vea agua ni encharcamiento, no hay posibilidad de laboreo". Por otro lado "hay una afectación que tiene que ver con la vida en la ruralidad", como la imposibilidad de transitar porque los caminos están cortados.
El dirigente señaló que los campos de la región "tienen zonas de lomas y medialomas" y, por más que en las imágenes satelitales "aparecen las partes de las lomas sin agua, no se pueden trabajar porque habría que hacerlo todo retaceado, haciendo un dibujo". Entonces de "10 hactáreas, hay 4 ó 5 con agua, pero el resto tampoco se pueden aprovechar en términos productivos".
Por otra parte, el presidente del Consejo Asesor del Plan Maestro del Salado, cuestionó al gobierno nacional por la paralización del dragado en la Cuenca. Tras explicar que el espacio está integrado por la Federación Agraria, la Sociedad Rural, Coninagro, Carbap y la UIA, sostuvo que "estamos bregando para las obras se continúen".
En ese marco, indicó que el río Salario "ya ha sido dragado en 400 km, de los 500 km que estaban previstos". Precisó que "en el medio de la traza quedaron 30 kilómetros sin dragar porque se cayó una licitación hace 6 años". Seguido, recordó que ese segmento "se volvió a licitar y arrancó en 2023, con demoras, hasta que el gobierno de Milei, en 2024, empezó a reletizar la ejecución, que se paralizó a principios de 2025 por falta de pago a las empresas contratistas".
A su vez, Larrañaga denunció que ante los planteos de las entidades del agro "siempre hubo una ausencia de respuestas, aún así seguimos insistiendo". Tanto es así que "estamos haciendo una recorrida por los pueblos de la Cuenca del Salado para exponer esto".
Por último, subrayó que este proyecto nació de forma conjunta entre Nación y Provincia, dentro del Plan Federal de Control de Inundaciones en el 2000, y que tenía fondos de organismos internacionales y del Fondo Hídrico Nacional. En ese marco, resaltó que "no aceptamos de ninguna manera que el Gobierno se desentienda del Plan Maestro del Salado", debido a que además "hay $175 mil millones del Fondo Hídrico durmiendo la siesta en colocaciones en instrumentos financieros del Banco Nación mientras que las obras están paralizadas".