En diálogo con Es un montón por Radio Provincia AM1270 lamentó cómo algunos medios abordaron el caso y también “cómo recibió la noticia un sector de la sociedad”.
En ese aspecto, consideró que “lo que se dice tiene que ver con un clima de época, de una sociedad en la que hay vidas que parecen que son descartables y que algunas valen más que otras”. Seguido, manifestó que “hay un retroceso donde nuevamente se indaga más sobre la vida y las trayectorias cortas de estas tres jóvenes, una revictimización, una culpabilidad de la víctima y una quita en el pedido de justicia por el trabajo que estaban haciendo: si eran o no viudas negras o si había un entramado de narcomenudeo”.
La entrevistada advirtió que esto “es peligrosísimo porque se instala que hay vidas que sí merecen ser vividas” y por las cuales hay que exigir justicia, mientras que otras “rápidamente quedarán en el olvido. Hay una división entre si es una buena víctima y si es mala, no fue un femicidio”.
En esa línea, aclaró que “la categoría del femicidio en el derecho penal dice una cosa, pero en el imaginario social, la idea sigue respondiendo a patrones patriarcales porque se cree que un varón asesina por relaciones amorosas, pero estamos hablando de relaciones de poder, de jerarquías y de aleccionar: ‘te mato porque no me respondés o me invalidaste en mi autoridad’”.
Orellano subrayó que “volvemos a discutir cosas que en algunos sectores del feminismo creíamos que estaban saldadas, que habíamos logrado transformaciones sociales, pero no. Esto nos pone nuevamente sobre la mesa que hay lenguajes y terminología que se usan dentro de algunos espacios feministas que no son los mismos de las personas que vivimos en los sectores populares”.
Seguido, aseveró que "hay una banalización y espectacularización de la vida de los pobres: esto no es una serie de Netflix. La morbosidad que hay y la infantilización de las personas, sus entramados, trayectorias y modos de supervivencia” demuestra “qué lejos estamos de entender cómo resuelven la olla las personas de los sectores populares y que si no la resuelve como se espera de ‘este lado’ se merece todo el escarnio social y el juzgamiento moral”.