La filósofa e investigadora argentina María Luisa Femenías contó en diálogo con Radio Provincia su libro “Ellas lo pensaron antes” fue motivada por el interés en “saber quiénes quedaban excluidas del canon filosófico, casi todas las mujeres hasta tiempo muy reciente” expuso que “también muchos varones disidentes y heterodoxos que no adherían a las ideas hegemónicas de su tiempo quedaban marginados”.
Seguidamente indicó que “la excusa habitual de no estar incluidas en el canon es que su obra no es lo suficientemente buena” y que por eso eligió “las que me parecieron más relevantes para su época y para las ideas que introdujeron".
En otro tramo de la entrevista la investigadora se refirió al proceso de rastreo de su investigación: "me entusiasmó muchísimo primero, porque hay bibliotecas que me parecen maravillosas, como la biblioteca de la Sorbona que tiene digitalizada obras de acceso libre” y subrayó “que hay otras bibliotecas de otros países y de artículos llamémosle contemporáneos donde hay que pagar para acceder".
Luego manifestó encontrarse “con problemas de catalogación, como por ejemplo con toda la obra de Emile de Chatelet que está en los papeles de Voltaire. Ella no tiene una entrada propia porque fueron pareja o amantes como quince años, los que conocemos no son los únicos y ciertas ideas que ellos proponen como novedosas, eran ideas que circulaban también entre otros autores mayoritariamente mujeres".
Respecto de la obra de Ana Finchway, María Luisa Femenías dijo que “aparece primero anónima. Después firmada en alguna edición por el hermano, hasta que al fin sale publicada en el siglo diecinueve con el apellido de ella. No es que estuvo sumergida unos años, estuvo sumergida siglos, entonces es muy notable", finalizó.