En primera medida, contó que “hay mucha incertidumbre” por “no saber si el día de mañana vas a tener comunicación o si alguna vez la vas a tener para proyectos regionales”, recordando que anteriormente tenían el objetivo de “fabricar un satélite”, sobre lo que acotó que “en muy poco tiempo la idea era poder lanzarlo desde nuestro propio territorio”.
En ese sentido, remarcó el impacto que está teniendo la falta de aumentos salariales en el organismo: “Estamos en un tema donde los salarios quedaron prácticamente congelados desde enero 2024 porque se fue aplicando primero la negativa de la empresa de sentarse en la paritaria, y después se fueron quedando con aumentos muy parciales y muy alejados de la actividad de telecomunicaciones”.
Por ello, reflexionó que “el capital de ARSAT es su gente”, quienes hoy en día tienen “un talón de aquiles” para resolver, que es cuánto ganan los empleados.
En comparación, contó que los trabajadores de ARSAT están percibiendo un salario de un 40 o un 50% inferior a los salarios existentes en las demás empresas de telecomunicaciones.
“Lo que estamos planteando es la necesidad de reforzar nuestra complejidad con un servicio de carácter igualitario y progresivo para el conjunto de los trabajadores y el pueblo”, explicó, y agregó: “En esa fórmula está la posibilidad del triunfo de los intereses corporativos reivindicativos, propios y exclusivos del gremio, y esto se traslada a todo”.
Escuchá la entrevista completa: