Licenciado en Nutrición y presidente de la Asociación Argentina de Nutrición y Alimentos Reales, Ignacio Porras, explicó en diálogo con Tarea Fina por Radio Provincia los pormenores del proyecto sobre Etiquetado Claro de Alimentos.
Porras, sostuvo que se trata de un proyecto integral que no sólo regula el etiquetado sino también la publicidad y los entornos escolares.
Reveló que “los productos que tengan el octógono negro no puedan venderse en las escuelas y prioriza la decisión de asistencia alimentaria. Es una forma de ley modelo para que la región garantice la forma del entorno y que sea un entorno saludable completo”.
Explicó que la Ley de Etiquetado sirve para advertir al consumidor sobre nutrientes “críticos sobre los comestibles”, ejemplificó que “los azúcares se van a etiquetar y se relacionan con el desarrollo de enfermedades crónicas, críticas no transmisibles: Sodio, grasas saturadas y grasas totales van a estar advertidas para que los consumidores tengan una decisión informada de consumo”.
Sostuvo que una de las problemáticas que se atraviesa tiene que ver con que suele abordarse de manera individual la problemática lo que hace que sea difícil para los que consultan a los profesionales de la nutrición. “Es una medida que es un primer paso y que impacta en el ambiente. Siempre se aborda de manera individual y el paciente sale a un entorno que atente contra sus objetivos personales tal vez está más cercano a fracasar”.
Por otra parte, agregó que en Argentina “hoy hablar de alimentación saludables es un privilegio porque tenemos un país sumido en la pobreza y un asistencia alimentaria pero falta mayor conciencia y mayor demanda de los consumidores la industria oculta cosas. Las empresas nos engañan”.
En ese mismo tono denunció que “la lechera más importante del país ocultó el concentrado de un producto porque la ley no se lo exige. Entonces un yogurt colchón de frutillas con un menor de 25 por ciento de un producto no permitido no está explicitado en el empaque” entonces “en la práctica ponen al consumidor en un lugar de ceguera completa y vulnerabilidad”.
Por último, afirmó que “el etiquetado garantiza el derecho a la información para todos y todas” porque es capaz de ser entendido por cualquier persona.