La socióloga se refirió al tema y dijo que es un elemento central en niñas y mujeres que no responden a los estereotipos de belleza" impuestos.
En este sentido afirmó que "hay una posición a la discriminación, al bullying, de carácter físico o psicológico, con agresiones" en donde son "son ridiculizadas en el ámbito escolar o en el caso de las mujeres víctima de violencia (...) "en el ámbito de la pareja" a través de "chantaje emocional si no responde a los parámetros (...) para garantizar la aceptación social".
Pineda abordó el concepto violencia estética de la siguiente manera. Dijo que "es parte de una construcción conceptual y está compuesta por dos elementos: el ejercicio de presión ejercido sobre las mujeres por parte de diferentes agentes de socialización y también es la violencia de carácter físico o psicológico, de procedimientos estéticos que afectan, limitan, condicionan su puesta en práctica en condiciones de dignidad de las mujeres".
Al respecto mencionó que "estos estereotipos se crean y operan en la sociedad, derivan de una existencia de diferentes etapas históricas". "No ha habido etapas históricas que no hayan tendido cánones de belleza".
En ese sentido, destacó que fue "a partir del Renacimiento, cuando empieza a acercarse y exigirle a la mujer" porque "la expectativa de belleza deja de ser aceptada en los hombres" al volverse "un elemento de sospecha, por una idea de reducción de su masculinidad".
De este modo, "la belleza se va construyendo y exigiendo a las mujeres" especialmente en el siglo XX "con el avance tecnológico y la construcción de una industria cultural, para y sobre las mujeres" que "logró tener alcance y visibilidad, a través de su bombardeo en la televisión , revistas, cine telenovelas, entre otros recursos de carácter meditativo y más recientemente en las redes sociales".
La especialista resaltó que los mecanismos de control y "de consumo imaginario de ideologías, buscan nuevas narrativas en los cuales realizarse, concretarse". Hoy estas narrativas discursivas "comienzan a migrar (...) a las redes sociales".
Esther Pineda dijo que "si bien en las redes los contenidos que se consumen, reproducen imaginarios y contenidos de carácter gordofobico, racista y gerontofobico", cada vez hay "más mujeres, individualidades y colectivos que están visibilizando esta problemática, tratando de mostrar otras representaciones, otras figuras físicas de diversidad".
Concluyó sobre la necesidad de ver la problemática como "pluricausal y con pluriefectos" por lo que "la participación de diferentes miradas e instituciones" son fundamentales para su transformación, para un cambio de paradigma.