En diálogo con el programa Historia Nocturna por Radio Provincia AM1270, la becaria del CONICET expresó: “Es poco frecuente que los historiadores hagan justamente más historia cultural. Ese quizás fue un primer interés por el cual acudí a narrar la historia del Festival de Mar del Plata, solamente el de la primera edición (…). Considero que el libro en sí no se trata solamente del primer festival de 1954, sino que es más bien un prisma a partir del cual se puede estudiar la industria cinematográfica de la época, las políticas de cine de ese entonces y, lo que yo considero más importante y quizás lo menos estudiado, los vínculos del peronismo con las estrellas del espectáculo”.
Asimismo, la historiadora (UBA) y autora del libro Cine, estrellas y peronismo destacó: “El peronismo, ya nueve años al poder, necesitaba un impulso para devolverle un poco la mística al movimiento. Por eso entre los historiadores este festival quedó muy marcado como el momento en que la política se espectaculariza y el espectáculo se politiza. Esto se ve con Perón mezclándose con el glamour de las estrellas de cine de Hollywood y las locales”. A lo que agregó: “En todos los medios de la época, lo declaran como el evento más importante en la historia del cine del país a este festival al que vienen diecisiete delegaciones extranjeras”.
Por otra parte, Ela Mertnoff indicó: “En este festival se hizo la primera transmisión de una película 3D en la Argentina, que es un hecho poco conocido. Fue una película de Hollywood que se llamaba Museo de cera y después se proyecta la primera película producida en Argentina de 3D que se llama Buenos Aires en relieve, que es un cortometraje muy lindo. Ahí sale la famosa foto de Perón con anteojos 3D”. Mientras que añadió: “En realidad, lo que más impacto en el festival fue otra función en donde se proyectó El manto sagrado con la tecnología de cinemascope. Eso impacto muchísimo a la gente porque la pantalla era más ancha, se escuchaba mucho mejor, era más parecido a como vemos el cine hoy”.
“Una de las ideas más difundidas, y que intento combatir en este libro, es esto de que el primer festival quedó muy atado a que fue un evento utilizado como instrumento político de propaganda del peronismo y nada más. Yo quería combatir esa idea porque me parece que aportó muchísimo a la industria cinematográfica argentina”, manifestó. “Por un lado si hubo una intención política. Ese festival del 54 va a coincidir con el lanzamiento de la campaña legislativa de Perón (…). Pero por el otro lado es verdad que Perón desde muy temprano le brindó mucha importancia al audiovisual y a la industria cinematográfica argentina, al igual que a otras industrias culturales. Pero es muy recordado el cine en sí por las leyes que se implementaron en esos años. No es casualidad que él haya decidido hacer un festival de este estilo”, concluyó.
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