Al comenzar la entrevista, Erika Halvorsen fue consultada sobre cómo fue convertir a una madre en un personaje literario y respondió: “Ella se convirtió sola, ella siempre fue un personaje literario. Nos convirtió a todos en personajes de sus cuentos en realidad, como que yo no conocí otra manera de existir. Vivíamos en el campo, alejado de todo, y ella narraba un pasado en Buenos Aires, urbano, con cierta bohemia y arte; entonces quedábamos muy envueltos en sus relatos. De muy grandes pudimos empezar a ponerlos en tensión o en crisis, incluso a sospechar de eso”.
En tanto que, la autora de la novela La maravillosa, continuó: “Lo que te dice una madre vos lo crees, no lo pones en duda. La tapa del libro tiene una mujer con una leona cachorra porque ella decía que iba a Mau Mau y que su mascota era una leona, y que iba al VIP con ella. ¿Por que irías con una mascota a un boliche? Ahora lo pienso, pero en el momento ni te lo preguntabas. Ese despertar de en algún momento de la vida empezar a sospechar de tu madre, de que lo que contó no es real, es un rayo en el cerebro. Te lleva un poco a desconfiar de todo”.
Por otra parte, durante la nota en el programa Narraciones Extraordinarias, indicó: “Algo que es muy de la Patagonia es que cada uno llega con sus cuentos y medio que lo que te cuentan lo crees. Es un lugar un poco de fugitivos donde cada uno se inventa un pasado y comienza una vida nueva". Mientras que agregó: "Después el tema es que yo me vine a Buenos Aires y creo que ahí fue donde, yo viviendo en esta ciudad, empecé a poner en tensión ese verosímil de cómo es la vida de una mujer en la ciudad. Ahí me volví un poco una detective con mucha culpa, porque quien es uno para andar buscando los archivos secretos aunque sean de tus padres”.
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