En una visita a los estudios de El Tenedor de Libros por Radio Provincia AM1270 expresó que su nuevo trabajo “el fuera de cuadro creo que es casi lo más importante, las cosas que se cuentan no están dentro del rango de lo excepcional. Es una elegía de los momentos menores, de los que se van por una alcantarilla en una vida como iluminados por una conciencia, es un poco la razón de ser del libro”.
Consultado sobre el vínculo entre los textos y las fotos en “Todos los veranos fueron felices", expresó: “Trabajé muchísimo tiempo, me costaba que funcionara. Nunca hice lo de que el texto describa la foto (…) pero se me iban cada uno por su lado. Poco a poco pude empezar a entender cómo podía haber una posibilidad de reverberación entre los dos lenguajes, que hablara de un tercer sentido”.
Por otro lado, Carrera explicó que en la publicación “trabajamos con Julia Escardó como editora y un poco como impulsora casi obligadora porque yo venía de sintiéndome mal, un tiempo de mala salud y no quería hacer nada y terminé trabajando como un loco en el libro. Y con Alicia Márquez, que maravillosa tipógrafa y diseñadora que tiene base en Chicago”.
“Hay algo que tiene que ver con la fotografía, esa coexistencia del presente y el pasado en un mismo tiempo donde los recuerdos van y vuelven” y por lo tanto en la escritura “hay algo de melancolía o de homenaje a las cosas que no vuelven. Yo soy un poco así, una persona en la que el pasado está muy vivo en mí, pero estoy completamente en el presente y traté de que el libro fuera eso”, concluyó.
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