Ante la presentación del proyecto de ley que establece un marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial, "Es por Ahí" FM 97.UNE dialogó con Pablo Fazio, presidente de la Cámara Argentina de Cannabis.
Al respecto dijo que “el proyecto es la concreción de una larga labor iniciada el 10 de diciembre de 2019 entre el ministerio de Desarrollo Productivo, el ministerio de Salud y el de Agricultura".
En ese sentido dijo que el proyecto pretende convertirse en “un nuevo sector productivo de la Argentina” y que “lo histórico es que no todos los días se puede anunciar que se pone en marcha una nueva industria y de un nuevo sector en la economía de un país”.
Fazio explicó que en cuanto al uso de las propiedades de la planta “el cáñamo es una variedad de cannabis y que lo que la distingue es que tiene niveles de THC por debajo del 1%. El THC como molécula psicoactiva de la planta. Lo que sucede en el mundo, en relación al marco regulatorio, es que se empezaron a permitir la utilización de algunos cannabinoides para una enorme cantidad de productos (...) veterinarios, alimentos, bebidas, productos dietarios, fitosanitarios, preparados”.
De este modo, resaltó que en cuanto a su aplicación, su uso es milenario y que “siempre se usó para hacer fibras textiles. Hoy con el avance de la tecnología, a partir del procesamiento de la biomasa, es decir desde la semilla hasta el tallo, de la planta, se han desarrollado innumerables cantidad de usos como biocombustibles, materiales de biocontrucción, pisos flotantes sustitutos de la madera, bioplásticos, fibras de celulosa, y eso no tiene nada que ver con las cuestiones psicoactivas, de las semillas también se extraen aceites como los que estamos acostumbrados de maíz o girasol”.
Por su parte, subrayó que en términos productivos, “la generosidad de la planta en relación a sus usos permite su industrialización (,...) lo que le supone a Argentina una agenda de inversión y de diversificación productiva, la dinamización de economías regionales, generación de empleo, inversiones y la posibilidad de agregar valor a la producción primaria, pueda abrirse la oportunidad de exportar esos productos a un mundo que cada día está pidiendo”.
En algunos países, “hace diez años el mercado legal del cannabis a nivel mundial era cero, hoy son 9100 millones de dólares, la proyección para el final de la década son casi 90 mil millones de dólares, solamente en los EEUU la industria legal de cannabis generó 250 mil puesto de trabajo genuinos” lo que muestra “una capacidad de valor de generar empleo de la industria”.
Por último, destacó que en cuanto a la regulación administrativa, el “proyecto recoge la experiencia de países que lo han hecho de manera exitosa como Uruguay como Colombia, donde existe una agencia reguladora que finalmente otorga los permisos de cultivos a los privados o de comercialización, de valor agregado o exportación”.