"Argentina retomó con el cambio de gobierno una política más multilateral en términos de política exterior pero reconociendo que hay un mundo multipolar , el mundo ya no es el de los años noventa, el del Consenso de Washington, de la hegemonía estadounidense y del norte global sino que hoy el mundo tiene otro mapa de poder; donde obviamente potencias emergentes estos “gigantes dormidos” como llamaba Napoleón a China tienen tienen un protagonismo central. Hoy ese protagonismo se aceleró realmente con la vacuna, yo creo que la vacuna es un antes y un después configura un nuevo momento geopolítico mundial todo el proceso de la pandemia y la vacunación y liderazgo de China".
Respecto a las relaciones entre países, Merino señaló “China y Argentina tiene una relación importante en términos comerciales, es el segundo socio comercial, pero también para China es muy importante su presencia en américa latina, con inversiones y las necesidades de abastecimiento de materias primas estamos tratando con un gigante industrial impresionante”, por otra parte remarcó que “la Argentina está tratando de insertarse en ese mundo, tratando de avanzar en capacidades estratégicas esenciales que la pandemia ha puesto, los ha obligado a poner la lupa; una es el desarrollo tecnológico o el desarrollo de vacunas o la importancia de la relación con Rusia para el desarrollo de la Sputnik, la importancia de tener ciencia y tecnología propia para conseguir soberanía”
Respecto a américa latina el analista se refirió a la aparición de una segunda ola nacional progresista "porque rápidamente se había agotado el giro neoliberal conservador que se produjo en el 2015, 2016 y se había agotado rápidamente porque volver a ese modelo Consenso de Washington, ese modelo neoliberal tenía un problema como que el mundo había cambiado completamente. Entonces implementar esas políticas económicas implicaba una transferencia enorme de excedentes de los sectores de producción de trabajo hacia el poder financiero y hacia afuera". Por otra lado señaló " la novedad es que la región andina, que no había experimentado en los años dos mil, por lo menos países claves como Chile, Perú como Colombia no habían experimentado esos cambios de modelos esos giros hacia la izquierda progresista o nacional y popular comenzaron a estallar en 2019 producto del agotamiento claro de sus movimientos económicos y sociales conservadores".
En otro tramo de la entrevista Merino se refirió a las relaciones con Brasil y expresó: “Brasil es clave si no cambia yo creo que esta segunda, esta oleada progresista o nacional y popular o anti-neoliberal no tiene posibilidades de consolidarse realmente porque el gran núcleo que determina de definir ese proceso a nivel regional y sudamericano es Brasil” . Respecto a la figura del primer mandatario, Merino dijo “Bolsonaro quedó muy aislado, incluso dentro del propio gobierno emergió una línea muy conservadora pero más neo-desarrollista , menos liberal” y señaló que “la figura de Lula está muy fuerte , lo cierto es que un sector de la burguesía industrial de Brasil que promovió la destitución de Dilma pero que se vio muy perjudicada después con los gobiernos de Temer y Bolsonaro” y destacó que “ no es casualidad esta imagen de Enrique Cardoso con Lula, ese es un guiño, hay una idea de volver al lulismo”.
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En Asuntos Pendientes, FM 97.1 sábados 10 hs.