"Creo que hay una grieta, una división más profunda que es la forma en que la Argentina se construyó a sí misma, en oposición a otro país. En la lógica civilización y barbarie sarmientina un país es la civilización y el otro país es la extranjería. Creo que hay que pensar que esa lógica de división tan profunda del siglo XIX fue marcando el siglo XX, y ese siglo XX tiene grandes hitos. Obviamente el 16 de junio del '55 es uno de ellos, pero también tiene al 24 de marzo del '76. Aún hoy podemos ver las formas brutales que tiene la derecha argentina, la clase dominante, respecto de las mayorías", señaló.
Para el periodista, ese desprecio de las clases dominantes por sus pueblos no es propio sólo de la Argentina: "cuando amaneció Chile, hace muy poquito, la mujer de Piñera dijo que 'parecían alienígenas', ni siquiera eran seres humanos. Eran extraterrestres los pobres chilenos. Yo creo que tiene que ver con la construcción de los estados naciones en América Latina que se da en función de los puertos y de la exportación de materias primas. No necesitan mercados internos y al no necesitar mercados internos, pueden prescindir de sus propios pueblos. Eso es impactante".
En este sentido, agregó que: "hay todo un lenguaje de la colonialidad que está vinculado a las élites dominantes metropolitanas, es decir los españoles, donde hay un gran desprecio por lo autóctono. Si bien llegaron a la conclusión de que los indios tenían alma, le dieron un trato siempre a mitad de camino entre la esclavitud y la libertad. Eran sistemas semi exclavistas, pero nunca de libertad plena, de pleno derecho".
Acerca de lo que significó el advenimiento del peronismo, Brienza manifestó que "lo que hace el peronismo es justamente darle contenido barbárico en el sentido sarmientino. Muchas veces se cree que civilización y barbarie es civilización y bruto, pero Sarmiento es mucho más profundo porque dice que la barbarie es una organización política determinada, una representación de los pueblos americanos. Es mucho más preciso en su definición. El peronismo viene ocupar ese espacio, viene a ocupar un espacio de organización política claramente americanista y fundamentalmente legítima respecto de las representaciones populares".
Según el titular del INCAP "ese odio de las clases dominantes con los que menos tienen es muy raro porque generalmente uno pensaría que los que menos tienen sienten odio, resentimiento y rencor por lo que más tienen. Sin embargo, en Argentina y en América Latina ese odio es inverso, los que más tienen son los que más odian. En vez de tener la generosidad o la concientización de ayudar al resto, encima odian y desprecian a los menos favorecidos. Es muy extraño, hasta incluso éticamente. Y también, a veces, esta situación logra que los que menos tienen se odien entre sí . Eso tiene que ver con la lógica de las micro desigualdades. Las grandes desigualdades terminan ocultas bajo las micro desigualdades y el liberalismo macrista tiene una gran capacidad para explotar esas micro desigualdades. Por ejemplo, Patricia Bullrich decía hace poco que la grieta verdadera era entre los trabajadores del Estado que podían quedarse en su casa sin contagiarse el virus y los que teníamos que salir a trabajar. Esa micro desigualdad es muy perversa porque en realidad la verdadera grieta es con los que hacen trabajar a los empleados sin pagarles el salario. Es muy complejo esto. Logran instalar esas desigualdades micros para tapar las grandes desigualdades que entre los más favorecidos y los que no lo son".