La abogada feminista de Tucumán Soledad Deza destacó la decisión del Ejecutivo nacional de girar al Congreso el proyecto sobre la ley de interrupción voluntaria del embarazo y consideró que “es un hecho inédito y es absolutamente diferente de lo que fue la apertura del debate con el gobierno anterior”.
En cuanto a las discrepancias con la iniciativa de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito apuntó en declaraciones a La Mecha por Radio Provincia que “ninguna feminista quisiera que alguna mujer fuera penalizada por abortar pero dicho esto si no estuviera estaríamos reconociendo el aborto libre que no es el objetivo del proyecto”.
“Claro que la política criminal no debería estar emparentada con la salud sexual pero si no estuviera el artículo hablaríamos de aborto libre lo cual sería mucho más complejo a nivel político para aprobarlo”, agregó.
La letrada señaló así mismo que “cada 3 horas una niña menor de 14 años es madre, una de las discrepancias que marcamos es que se incorpore como materia curricular el derecho a abortar. Claramente y más allá de todo, el problema no es la ley sino quien debe implementarla y el Estado que debe velar por el cumplimiento de las mismas”.
“La objeción de conciencia ha tenido un uso espúreo retirando de la oferta sanitaria los abortos legales pero creo que el proyecto limita bastante su uso. La obligación de derivar que tiene todo profesional de la salud hace que no decline en responsabilidad hasta tanto ese profesional que objetó al profesional que sí va a garantizarle la práctica”, explicó.
Para finalizar, Deza consideró que “una ley que legalice el derecho a abortar es bastante, sobre todo, donde este país federal tiene miles de realidades distintas y un excelente punto de partida. Acá se sanciona la Ley, se salda esta deuda de la democracia con las mujeres pero la lucha va a continuar en términos de acceso”.