En ese contexto, “las bases morales y patriarcales llevaron a bastante conflictos y la película se propone revisar esta historia desde sus propias contradicciones. A fines de los 60 un grupo muy de vanguardia de sindicalistas y homosexuales decidieron juntarse y empezar a cambiar las leyes. Era un tiempo donde se te levantaba en la calle como si nada y era el mismo comisario decidía si vas a la cárcel o no”.
Finalmente anticipó que se encuentra en proceso de edición la película “La bruja de Hitler”, que “habla de cómo la intolerancia cómo entra en una familia. Se va dando en los años 60, una situación en la que la protagonista que se enamora de otra chica, y cómo va viviendo también eso en la familia tradicional. Lo que plantea la película es que el nazismo no solamente se queda en el holocausto sino también en la intolerancia de la sociedad que por momentos puede estar en las catacumbas, pero también por momentos puede aflorar a través de un partido de masas. El cine también sirve para dialogar y discutir todo eso”, concluyó.