Respecto a la modalidad de consumo, contó que "al principio el café se masticaba y se lo utilizaba como un medicamento por su cafeína que contiene propiedades curativas. Se machacaban las semillas y se la colocaba en la boca de manera similar al uso de la hoja de coca tal como la utilizan aymaras, collas e incas".
Con el paso de tiempo al café "se lo molía con mortero" y más tarde se lo ingería como sopa. "Se calcula que en siglo 17, en algún lugar de Arabia comenzó a usarse el café como una bebida oscura y caliente", afirmó Álvarez.
"Tuve la suerte de viajar y conocer mucho a la gente que cultiva, cosecha, transporta y tuesta el café. Como en Argentina no se produce la gente desconoce la enorme cadena de personas involucradas en su producción. Hay pequeñas fincas, cooperativas con muchísimas mujeres que trabajan para que el café llegue a la mesa de uno. Cuando tomamos una taza de café, tomamos vidas, tomamos el trabajo de todas esas personas", concluyó.