“Volvemos al teatro con mucha expectativa, con muchas ganas, con mucho deseo” aseguró Jorge Eiro, actor, dramaturgo y director de la obra “El Placer” que vuelve al escenario todos los sábados a las 18 horas en el Espacio Callejón, en CABA.
En El Refugio, por AM Provincia el artista recordó: “Tuvimos una vuelta trunca a principios de mayo porque hubo que cerrar de nuevo por la segunda ola. Vivimos unos amagues que nos llenaron de emoción y luego de desazón. Así que ahora lo vivimos como una fiesta. Va a suceder y estamos muy contentos de que vuelva.”
Eiro señaló que si bien la obra que vuelve a la cartelera porteña “es la más frágil y personal” entre todas las obras que ha hecho; también “se trata de una creación colectiva que parte del ensayo entorno a una idea”.
El director explicó: “Es una hipótesis mía, pero yo suelo trabajar con la poética de los actores en el territorio de los ensayos, porque es a partir de eso que el resultado trasciende la idea original y le da una nueva forma. Por eso, considero que la autoría es colectiva.”
Eiro, entonces destacó la metodología de trabajo porque “genera una apropiación por parte de los actores del decir de los personajes y del contenido; que trasciende la idea mía de autor. Y, por eso, termina siendo un trabajo muy personal pero de muchos integrantes, y además la obra se ve atravesada desde muchos lados.”
Finalmente, adelantó que “El Placer” cuenta “el reencuentro de tres hermanos en una casa de la Costa, luego de la muerte de su madre.”
El artista especificó que se trata del encuentro entre “dos hermanos que son de misma madre y mismo padre con una hermana, que la madre tuvo con otra pareja, muchos años después. Entonces, hay un cruce generacional que además muestra que esta madre, ha sido dos madres distintas”.
Además, Eiro relata que este cruce también permite ahondar en temas más profundos como “las dificultades de poder decir algunas cosas o de cómo se transitan los duelos”.
Sin embargo, el director de la obra señala que la propuesta artística no está “meramente atravesada por el dolor”, ya que en este encuentro también suceden “situaciones ridículas, cómicas, y hasta patéticas”. Es decir que “se transita por el dolor, la risa y la melancolía para poder encontrar y relatar estos vínculos.”