En diálogo con Historia Nocturna, la presidenta de la Academia Boliviana de Historia, María Luisa Soux, destacó hitos del siglo XIX en la historiografía de su país y reflexionó sobre cómo se gestó la independencia de Bolivia.
En principio, Soux recalca la importancia de no generalizar y de distinguir y establecer “cómo era la población indígena para poder entender sus grados y formas de participación y los proyectos políticos que eran capaces de construir. No eran los mismos indígenas los aymaras o quechuas que pagaban tributos y tenían sus casitas, o los guaraníes bajo el régimen de misiones o los de la Amazonía que no eran considerados parte de la sociedad”.
Soux destaca especialmente que los indígenas aymara y quechuas siempre fueron actores políticos en Bolivia y llama la atención sobre una breve pero intensa etapa: “Entre 1809 y 1812 existió un enorme proyecto indígena insurgente, dirigido por indígenas y con sus propios proyectos, que implicaban independencia, la defensa de sus tierras. Convocaban a los criollos, lo que se vio con el apoyo que dieron a Castelli, pero tenían un proyecto propio”.
En cuanto a la figura de éste último, la historiadora destaca que “Castelli supo leer lo que los indígenas esperaban, pero con una visión de un criollo que venía de afuera”.
Por otro lado, la historiadora señala que en ese momento era una probabilidad que Bolivia fuera parte de lo que hoy es Argentina: “En el Congreso de Tucumán de 1816 había delegados también de Charcas, con lo que queda claro que se quería una unidad política y militar; pero ocurre que el mayor avance del ejército rioplatense fue con Castelli, los demás no llegan. Entonces la presencia real del ejército rioplatense era muy limitada. Ni siquiera controlaban el territorio de Tarija, que dependía de Salta. Entonces el control lo tiene el virreinato del Perú".
Finalmente sería San Martín quién derrotaría al virreinato del Perú, después de liberar Chile. Luego vendría la famosa reunión con Simón Bolivar en Guayaquil y la historia boliviana estaría ligada al libertador del norte de Sudamérica y ya no tanto a las provincias unidas del sur.