En El Refugio, por AM 1270, Vicente Muleiro, escritor, dramaturgo y periodista adelanta detalles sobre su nueva obra “La niña de sus ojos” una novela histórica situada en 1953, reflexionó sobre el rol de los periodistas y la prensa y destacó la “constante matadora” de la derecha argentina.
El libro se sumerge en la historia argentina de aquella época y relata el vínculo que tuvo el entonces presidente Juan Domingo Perón con una jovencita de la UES tras la muerte de Eva Duarte.
Mulerio contó que el disparador de la novela “curiosamente” no fue la aparición de Nelly Haydeé Rivas en la vida del coronel sino una anécdota que recuerda un periodista de Crítica, "Pepe" Quintana. Pues, tras la muerte de Evita, a Perón le regalan un loro para que se entretenga y él le enseña a cantar la marcha peronista.
El escritor, recuerda que tras el golpe del 55, el loro queda al cuidado de un cocinero, pero se escapa. “Entonces terminan cazándolo y lo fusilan en una comisaría de Lanús. Y eso tiene un condimento muy fuerte. Pasó a representar lo que fue la resistencia en un tiempo” apuntó.
Sin embargo, Muleiro explicó que estudiando la época, incluso entre los historiadores empáticos con Perón aparece esta historia entre el general y “Nelita” como él la llamaba. “Y me pareció una historia muy fuerte” remarcó.
“Yo sé que tuvo costados controversiales, pero lo que más me interesó de esa historia es cómo se encarniza la Revolución Libertadora con la historia y como eso después se puede ver replicado en la actualidad” aseguró el escritor. Pues, reflexionó que luego esa necesidad imperiosa de sexualizar de manera negativa al enemigo, al adversario político, a los movimientos sociales se instala como una constante en la historia argentina.
Muleiro relató que por esos tiempos, “la Revolución Libertadora buscó acusar a Perón de estupro para lograr una captura internacional; pero, entonces, ese era un delito de acción privada. Es decir que si la víctima no es declaraba como tal no procedía el juicio. Y bueno, eso es lo que sucede con Nelly, nunca se declara víctima”.
“La aprietan infinitamente, apresan a sus padres como cómplices. Y la someten a unos interrogatorios que hablan más de ellos que de la situación entre Nelly y Perón” relata el escritor y agregó “Y de paso arman una especie de radioteatro para la época. La demencia se encuentra exacerbada en la prensa cosa que hoy no es una novedad”.
Pues, “en la actualidad tenemos tapas siniestras y olvidables, de una revista que pretende parecer seria, haciendo cosas espantosas con Cristina Fernández” apuntó el periodista y remarcó que “si bien a lo largo de la historia, siempre hay mentiras en curso; hoy el volumen de alejarse de la verdad, aun con hechos constatados, y mentir descaradamente para tener determinados efectos en la sociedad, es un tanto impresionante.
“Hoy la infantería y la vanguardia son los medios de comunicación. Hoy como actores políticos son más importante los periodistas que los dirigentes. Y eso es un horror” reflexionó.
Y en ese caso, se preguntó por la subjetividad de algunos periodistas, que saben que están “mintiendo a sabiendas" y supuso que "harán caja y tendrán unas recaudaciones de manera inmoral e infinita. Pero, cuando se miente a sabiendas, se arruina la vida de una persona, sus hijos o su familia hay como una derrota humana radical”.
Finalmente, volviendo a la novela, Muleiro señaló: "Los que hacen la Libertadora tienen ese encarnizamiento con esta historia pero a la vez forman parte de esa generación que ha tenido sus tremendos escándalos, como el escándalo de los Cadetes en el 30. Y luego esos tenientitos de la Libertadora son los que hacen el golpe del 76, otra serie de ensañamiento con los cuerpos de la rebeldía”.
“En Argentina hay como una grave constante matadora, que luego se vuelve a expresar en la pandemia, cuando se dice, ‘que mueran todos los que tienen que morir'. Yo creo que ahí se resucita la misma línea’” concluyó.