En diálogo con BA con Derechos, Sol Logroño, directora de Formación en Derechos Humanos de la subsecretaría de DD.HH de la provincia de Buenos Aires, se refirió al objetivo de la escuela y la modalidad de los cursos que allí se dictan: "los cursos son públicos y gratuitos y están destinados a la comunidad bonaerense en general. La comunidad bonaerense implica a docentes, trabajadores y trabajadoras del Estado, municipales y provinciales, referentes comunitarios y ciudadanía interesada en formarse en derechos humanos. Es una perspectiva transversal al ejercicio de la ciudadanía y a la vida cotidiana de las personas".
"El objetivo de la escuela se trabajó a partir de encontrar un estado provincial y una sociedad luego de los años del neoliberalismo. Veíamos la necesidad de reforzar y de poner en valor ideas como la democracia, la igualdad, la participación y el respeto por el otro o la otra, la diferencia y la diversidad. Todos los cursos promueven, en primer lugar, el conocimiento sobre los derechos que tiene la comunidad, poder conocer las normativas, las herramientas jurídicas que protegen a la comunidad y a los sectores vulnerables sobre todo, y también, poder reflexionar histórica y culturalmente sobre esas normativas, pensar en los Derechos Humanos como resultado de conquistas históricas que tienen que defenderse una y otra vez".
"Creo que uno de los objetivos fundamentales es promover la participación ciudadana y el compromiso a la organización. Hay que brindar herramientas o espacios de reflexión para poder tejer redes en cada uno de los territorios, en la relación entre el estado y la comunidad; pero sobre todo, poder pensar la normativa de los Derechos Humanos en relación a las prácticas de la experiencia cotidiana de las personas para que esos derechos sean ejercidos efectivamente. En ese sentido, se construye mucho conocimiento en las aulas de la escuela, porque no solamente es un dictado lineal o una transmisión sobre un conocimiento, sino la relación entre la expectativa y el horizonte de Derechos Humanos y las realidades concretas de los bonaerenses", recalcó.
Según la directora, "el surgimiento de la escuela en pandemia brindó un espacio de encuentro muy necesario en un contexto, no solamente de aislamiento, sino en el que tuvimos que repensar y rehacer un montón de dinámicas, estrategias y desafíos de la democracia bonaerense argentina. En ese proceso de cumplir un año y en los cursos de salud mentales, de personas mayores, de niñez y violencia institucional, también encontramos y hemos tejido lazos con otras experiencias que se están desarrollando en el territorio, personas que han pasado por los cursos y que se han sentido acompañadas. Hemos podido promover instancias de organización y articulación de las políticas públicas del gobierno y los municipios. El cruce de experiencias es muy rico, muy potente y tiende a multiplicar. En el área de Memoria pasa algo muy interesante también, y es que los propios estudiantes han generado investigaciones y narrativas sobre la memoria de cada una de las localidades, donde expresan sus similitudes y también sus diferencias".
"Estamos muy contentos con la repercusión que ha tenido la escuela. Fue muy importante poder construir aulas abiertas y que hayamos tenido la oportunidad de pensar juntos en esos espacios a pesar de la virtualidad. También estamos trabajando en ampliar el acceso a la escuela y poder llegar a territorios que quizás, a priori, no tienen un vínculo o un interés con los Derechos Humanos, pero hay que llegar ahí, a ese lugar o a ese espacio y poder interpelar a otros y a otras y que los Derechos Humanos realmente sean una perspectiva transversal al ejercicio de la ciudadanía para poder construir esa democracia que queremos", finalizó.