En No Corras, por FM 97 UNE el especialista desarrolló “La pandemia es como un gran iceberg. Por arriba nosotros por arriba vemos el tema de vacunas, medicamentos, terapia intensiva. Pero por debajo hay pobreza, discriminación, aislamiento desamor y es en ese contexto que hay analizar la voluntariedad o la obligatoriedad de las vacunas”
“Hace tiempo, yo apostaba a que las vacunas fueran voluntarias porque no había confianza, no había datos sobre eficacia y seguridad. Pero hoy ya me inclino más en pedir la vacuna obligatoria” reflexionó y agregó: “Y no tengo ninguna duda que entre los trabajadores esenciales debe haber vacunación obligatoria, como ya acontece en Italia. Pues, tenemos una evidencia científica de que reduce las formas graves de la enfermedad y las muertes”.
Sin embargo, Maglio sugirió a gran escala pensar en una “salida intermedia” y comenzar, como lo hizo Europa con “los incentivos” para la vacunación.
“Desde el punto de vista ético, puede sonar mal. Pues, hay un planteo moral referido a si la solidaridad se puede imponer por decreto o incentivo o realmente debería surgir de la convicción plena del cuidado colectivo” y por ello destacó el gran aporte que puede hacer la Bioética en este tema.
“En este sentido, yo creo que el aporte de la Bioética es muy importante. Porque debe promover dos principios fundamentales para promover la vacunación colectiva: solidaridad y confianza” aseguró Maglio y agregó: “La pandemia me enseñó a ser más tolerante y a pensar nuevas estrategias para generar mayor confianza, comunicación más efectiva y espacios de escucha posible. Pues, sin confianza no hay vida humana posible ni tampoco un programa de vacunación que sea masivo y universal”.
Finalmente, el especialista destacó la importancia de los medios de comunicación en este momento, aseguró que “el derecho no ampara el ejercicio abusivo de ningún derecho” y remarcó que hay comunicadores que “pone en juego el plan de vacunación” en algún momento deberán “responder por ello”
“La mejor vacuna es la que te toca. Eso debe ser el mensaje claro. Hay que informar de esa forma neutra y desapasionada, sin ser comunicadores terraplanistas sanitarios porque ponen en juego la adhesión voluntaria a un plan vacunación y más tarde o más temprano deberán responder por el daño que provocan” concluyó.