Como fotógrafo registró entre el 1992 y 2013 el contexto en el que convivían las personas, en los diferentes países, cada uno en un momento político particular, y donde sus sueños son retratados en pizarras escritas con tiza.
Décadas después, Weber retoma la misma ruta, esta vez como documentalista, en busca de aquellas personas, con la intención de indagar qué fue de ellos y sus sueños.
En Radio Provincia, dijo que el documental es "un gran esfuerzo por rescatar testimonios directos y ver cómo reflexionan y cuentan cómo estos acontecimientos afectaron su vida personal, su círculo íntimo, el barrio, la ciudad, el país".
Recientemente estrenado en el Malba, Weber destacó que "es una invitación a escuchar a ponerse en el lugar del otro y conocer las circunstancias colectivas que los atraviesan o modifican. Es observar la posibilidad de realización de los sueños, y empezar a reflexionar sobre lo que pasó en el pasado y reformular el futuro".
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