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LA CONFORMACIÓN DE LAS REPÚBLICAS EN LATINOAMÉRICA FUERON UNA NOVEDAD EN LA ÉPOCA
HISTORIA NOCTURNA

LA CONFORMACIÓN DE LAS REPÚBLICAS EN LATINOAMÉRICA FUERON UNA NOVEDAD EN LA ÉPOCA

Por leopoldo coda / 11 de August, 2021
Así lo afirmó la historiadora Hilda Sábato, quien analiza ese proceso desarrollado a inicios del Siglo XIX en su último libro “Repúblicas del nuevo mundo”.



Hilda Sábato afirmó que la conformación de las repúblicas en Latinoamérica en el Siglo XIX fue una novedad para época. La historiadora sostuvo que se trató de un proceso impulsado por las dirigencias revolucionarias, en una disputa que contó con amplia participación popular, y que incluso se impuso a los proyectos impulsados por San Martín y Belgrano que pretendían una monarquía constitucional. Estos argumentos forman parte de la estructura de su libro “Repúblicas del nuevo mundo. El experimento político latinoamericano del siglo XIX” publicado este año por la editorial Taurus.

La investigación brinda una versión original sobre esa historia que además desmonta el mito del caudillismo y coloca a la región como fundadora de nuevas prácticas políticas basadas en la soberanía popular y a nuevas ideas de ciudadanía.

En declaraciones a Radio Provincia, Sábato sostuvo que “las repúblicas se formaron en todo el espacio colonial hispanoamericano”, lo cual “fue bastante curioso porque nos encontramos en un momento donde no estaban de moda, ya que en ese tiempo en Europa se formaban monarquías. Entonces formar repúblicas era una original y abrió un proceso de organización política novedosa y radical en ese momento”. En ese sentido, destacó que las dirigencias revolucionarias de esta región “estaban a la vanguardia de las transformaciones políticas de ese momento”.

Incluso, recordó que “Belgrano y San Martín estaban a favor de una monarquía constitucional porque sabían que tirarse a la república era una aventura muy arriesgada en la medida en que era una forma de gobierno considerada altamente sospechosa, inestable y peligrosa para el concierto de las naciones poderosas del momento”. Sin embargo, este modelo “se impuso a partir de una confrontación de proyectos”.

En ese marco, la historiadora se refirió a la excepcionalidad de Brasil y de algunos territorios caribeños en este proceso, quienes no sufren la crisis monárquica española. Sábato resaltó que “cuando Napoleón invade la Península Ibérica, la Corte Portuguesa se muda a Brasil, que se convierte en sede del imperio portugués”, mientras que “la independencia se da en 1821-1822 cuando el Rey de Portugal que presidía la Corte Portuguesa desde Rio de Janeiro deja a su hijo a cargo del gobierno brasileño y se vuelve a Portugal. Ese hijo se convierte en emperador de Brasil”.

Según Sábato, para construir las repúblicas en Latinoamérica hubo que inventar un aparato electoral, además de diseñar y poner en marcha todos los mecanismos de control de ese gobierno que supuestamente estaba fundado sobre la voluntad del pueblo. Esto se desarrolla junto a la ampliación de la vida política en estas tierras, respecto de la etapa anterior: “Se incorporan sectores sociales muy diversos, ya que si bien hay una élite dirigente, ésta no se puede sostener sin esos otros sectores, lo que le da un dinamismo totalmente nuevo a la política”.

Además, la escritora desacreditó la visión generaliza de que las elecciones en el SXIX tenían poca importancia porque participaba poca gente que determinaba los resultados. “En el caso latinoamericano -agrega, se suma la idea de que había una votación dominada por las clases altas y que los que participaban también pertenecían a esos grupos, mientras que el pueblo estaba ajeno”.

Sin embargo, resaltó que en los estudios que se hicieron sobre ese tema, aparece que el derecho al voto era muy amplio en la Latinoamérica y en la Argentina. Sábato detalló que “la Ley de 1821 de la Provincia de Buenos Aires ya establece el voto universal masculino, salvo para los esclavos. Esa ley fue reproducida en casi todas las provincias. Ya para 1853 no hay ninguna duda de que el sufragio universal estaba vigente en la República Argentina”. Asimismo, destaca que “entre los votantes, la mayoría provenía de los sectores populares”. En esa etapa, se elegía presidente cada seis años y diputados cada dos, pero como no había suplentes, cada vez que le pasaba algo a algún diputado, se votaba de nuevo, por lo que la vida democrática era muy dinámica.-