En este contexto, la central obrera le respondió con dureza al titular de la Unión Industrial, Funes de Rioja.
Jorge Sola secretario de prensa de la CGT subrayó en declaraciones a Radio Provincia que “lo que expresó el titular de la UIA va en contra de cualquier posibilidad legal de ejercer una coacción de ese tipo en la relación laboral. Es imposible que un empleador puede meterse en el ámbito privado del trabajador”.
Asimismo Sola indicó que “la decisión de vacunarse es voluntaria, no es obligatoria y lo dice la Constitución. Es un rechazo absoluto e impracticable lo que plantea la UIA. Si lo hacen tendrán conflictos individuales y colectivos, no es el camino” advirtió.
Y en este punto resaltó que “coincidimos en la preocupación para que los trabajadores estén vacunados y no mediante la coacción, va por el lado del convencimiento. No se puede sancionar económicamente al empleado”.
Además aclaró que “con las acciones de buena fe hay un gris, no se puede sancionar económicamente. En la vuelta al trabajo a los que no quieran vacunarse quizás habría que implementar testeos”.
Sola explicó que “la norma dice que el que no se vacune tiene que tomar acciones de buena fe, y no es sólo una declaración jurada sino implementar PCR. El ministerio de Trabajo junto con Salud debería resolver esta cuestión” concluyó.