Por una resolución de la Justicia de La Plata, la Municipalidad de Lobos fue intimada a garantizar el derecho al agua potable, su saneamiento y un abordaje a la contaminación de agrotóxicos. Por esa razón, deberá repartir bidones de agua potable en escuelas, clubes, centros de salud y casas particulares. Además, pidió la tutela en la salud de la población, que se hagan estudios sobre agua en localidades cercanas y notificó que se iba a expedir en breve en relación a la zona de exclusión para la aplicación de agrotóxicos.
Así lo informó Florencia Polimeni, activista en el distrito y una de las firmantes del amparo que presentaron luego de la realización de las muestras. En declaraciones a Radio Provincia, dijo que “las fumigaciones están cada vez más intensas y resaltó que el año pasado el país tuvo récord de uso de agrotóxicos”.
La activista recordó que tiempo atrás venían dialogando con autoridades del Concejo Deliberante porque había ediles que querían flexibilizar una normativa que prohíbe la aplicación de agrotóxicos, que incluso “no se venía respetando”. En ese marco, expresó que “pedimos la realización de un debate profundo y tener pruebas concretas sobre el estado del agua en el municipio”.
Polimeni dijo que el proyecto que se intentaba aprobar “había sido elaborado por el Círculo de Ingenieros Agrónomos que, entre otras cosas, establecía que debía haber una zona de exclusión -que era ridícula- de 50 metros entre la zona en que aplicaban los agrotóxicos y los lugares donde había viviendas; mientras que las hipótesis científicas más claras hablan de un mínimo de 1090 metros de exclusión, ya que estos venenos viajan por el aire, por el agua y por la tierra”.
En ese momento, desde el Concejo Deliberante “nos dijeron que no iban a hacer ningún análisis y entonces tomamos la decisión de hacerlo nosotros para saber el grado de contaminación que tenemos en el distrito”. La militante ambiental sostuvo que analizaron 15 muestras en el INTA Barcarce y los resultados “son escalofriantes”.
“Los estudios se hicieron en las bombas de agua que proveen del servicio al pueblo, y aparecieron 11 plaguicidas combinados, con índices 45 veces por encima de los estándares que definen los organismos que abordan estos temas”, denunció Polimeni. Además, manifestó que “tenían índices altísimos de arsénico, lo que potencia el nivel de contaminación del agua”.
Sumado al análisis realizado sobre las bombas de aprovisionamiento de agua potable en el distrito, “los estudios se hicieron en base a muestras tomadas en la plaza principal de Lobos, en el parque de una escuela, en el agua de lluvia y en materia vegetal, y en todos encontramos índices más o menos la misma cantidad de plaguicidas combinados en niveles escalofriantes”.