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PEPE MUJICA: “LAS BONDADES NO SE GLOBALIZAN, PERO LAS CALAMIDADES, SÍ”
EL REFUGIO

PEPE MUJICA: “LAS BONDADES NO SE GLOBALIZAN, PERO LAS CALAMIDADES, SÍ”

Por margarita eva torres / 13 de December, 2020
El ex presidente uruguayo habló de la pandemia y advirtió: “el gran peligro es el holocausto ecológico”.




El ex presidente uruguayo y uno de los dirigentes más importantes de Latinoamérica, José “Pepe” Mujica, dialogó sobre este momento del mundo con Osvaldo Quiroga, en El Refugio, por Radio Provincia. 

Con 86 años y una sabiduría inmensa, el líder progresista analizó el escenario contemporáneo, las luchas históricas y los desafíos de la humanidad para subsistir como especie y para construir un mundo más justo.

En ese marco, señaló que “muy frecuentemente la gente no se da cuenta del valor que tiene el milagro de haber nacido, el venir de la nada y probablemente ir a la nada. La única aventura que vale la pena es ese instante fugaz en que vivimos, la gran pregunta es en qué gastamos la vida porque es un bien casi milagroso, nadie piensa que es un milagro. Nadie piensa que había 40 millones de probabilidad de que naciera otro y te tocó a ti”.

Fiel a su estilo despojado y humilde, aseveró que “todo lo del honor, la fama, la historia, todo eso es fugaz, simple historieta. Es fugaz porque en el juego de las leyes del universo, nuestra existencia como especie tal vez es un minuto, pero como amamos la vida la tenemos que inventar, inventamos un más allá porque necesitamos cultivar esperanza. Hemos creado esa cosa hermosa que se llama civilización que heredamos cada vez que nacemos y no nos damos cuenta de que es la acumulación intergeneracional, la solidaridad de generaciones y generaciones las que nos han permitido dar unos pasos más adelante y que, en todo caso, dentro de la humildad, nos llenan de responsabilidad por las otras formas de vida que nos rodea, en esta navecita insignificante que se llama tierra que va dando vueltas por el universo”.




En relación a la pandemia, significó: “al parecer las bondades no se globalizan, pero las calamidades sí. Sin embargo, como dice el poeta, siempre mi patria queda y hace que la defienda. Siempre hay gente que vale la pena encontrar porque vive, lucha, sueña y contribuye a ir sumando pequeños peldaños de avances de la civilización. Pero no es una línea recta: es un zigzag, hay que levantarse y volver a empezar. Hay fuerzas retrógradas y fuerzas de avance. Por eso felicito a todos los que luchan por un mundo mejor y gastan tiempo de su vida en esa lucha que no es contable y no da beneficios económicos, pero nos le da un valor al milagro de haber nacido, tener causa para vivir”.

Al recordar los años en prisión, manifestó que “me sostenía la esperanza de salir y seguir luchando porque los humanos somos animales utópicos, siempre necesitamos creer en algo y ese algo es como una luz en el horizonte que nos ayuda en los momentos de debilidad. A esa luz no la alcanzamos nunca, pero vamos andando y nos da motivos para seguir viviendo. Pobres de aquellos que viven sin esperanza”.

Consultado sobre si cree que Latinoamérica podrá superar este momento crítico y frenar el avance de la derecha, un fenómeno que se observa a escala global, indicó: “la historia es un curso con avances y retrocesos, pero de alguna forma América Latina va a dar pasos y va a avanzar. Hemos estado peor que hoy, tapados de dictaduras militares y lo hemos sobrellevado con contradicciones. Ahora tenemos que sacarnos de encima esta pandemia y hay una moda, eso que algunos llaman neoliberalismo, pero yo considero que no es neo nada, es otra cosa, porque el verdadero liberalismo tiene una agenda económica, pero tiene una agenda humanista”.

En cambio, “este liberalismo de moda, si tiene que deshacerse de la democracia, no tiene ningún problema, el problema es cumplir con el recetario económico. Por eso de neo no tiene nada, pero pienso que la propia humanidad, de alguna forma, lo va a superar, pagando precios muy caros porque siempre ha sido así”.

“A mayor adelanto tecnológico, mayor capacidad de hacer barbaridades inconmensurables, eso es lo que preocupa y frente a lo cual tenemos que estar permanentemente en guardia. Hay que tener la sabiduría de juntar todo lo que se pueda que no comulgue con ese credo reaccionario, la mayor cantidad de fuerzas posibles, porque en definitiva, no son los pro-hombres los que cambian la historia humana: la cambian las falanges, las filas de indios y si no hay una fila de indios podrá haber pensadores, pero no habrá luchadores con fuerzas. Hay que aprender a lidiar con lo secundario para juntar la mayor fuerza en lo que es central, y eso cuesta”, agregó.

Seguido, Mujica expresó que “en alguna medida los hombres van tras las ideas, como la carreta detrás de los bueyes, hay ideas que nos ayudan a marchar. El hombre es un animalito contradictorio porque es capaz de las cosas más sublimes y de las más abyectas que se puedan imaginar. Padre de todas las bondades y de todas las maldades, pero es posible luchar para ir acentuando lo positivo y dejando por el camino mucha cosa negativa con la que viajamos en la maleta de la vida”.

“Por eso luchar por un mundo mejor, también nos obliga a luchar por ser mejores nosotros mismos, porque en definitiva, tenemos que ayudar a construir una realidad mejor, tenemos que estar comprometidos y eso es difícil porque hay una macrocultura que nos rodea que es más fuerte que todos los ejércitos y sistemas jurídicos que existen: esa propensión de las sociedades contemporáneas, funcionales a la acumulación de la riqueza que tenemos que vivir pagando cuentas y recibiendo una felicidad comprando nuevas cosas que al otro día nos aburren y nos preocupamos por otras y así se nos va la vida en un eterno pagadero de cuotas y confundimos eso con felicidad”, añadió.

El ex mandatario uruguayo recalcó que “esa es la trampa más grave que tenemos que enfrentar: el no entender que la vida necesita tiempo humano para cultivar los afectos, en la vida no todo tiene que ser obligaciones, hay que dejarle tiempo al placer de vivir. Hay que aprender a vivir con sobriedad, que no es equivalente a austeridad. Sobriedad significa con lo necesario, pero asegurarse de que a uno le quede tiempo para cultivar los afectos y para la libertad, tener tiempo para hacer cosas que a uno le gustan. Si el tiempo es pura obligación, porque tengo que tapar agujeros, la vida se transforma en una pesadilla”.

En relación al futuro, señaló que “el gran peligro es el holocausto ecológico, logramos algo que supere o la ambición puede hacer colapsar la vida o buena parte de la vida en el planeta”. En lo personal, “estoy contento con dejar un puñado de gente más joven que va a seguir luchando y que levanta las viejas banderas. Siempre he pensado que el mejor dirigente no es el que hace más, es aquel que cuando desaparece, deja gente que lo aventaja porque como la lucha es larga, el único sentido es tratar de reproducir los luchadores en el tiempo. Ese es el logro importante que hemos podido dejar”.