La escritora Claudia Piñeiro se refirió a la acusación que le hizo la Alianza Cristiana de las Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera) por el contenido de la serie “El Reino” que se emite por Netflix.
La entidad denunció que sus realizadores usan el arte para "crear en el imaginario popular la percepción" de que sus pastores "solo tienen ambiciones de poder o de dinero", a fines de "segregar, marcar en listas y señalar como peligrosos y fundamentalistas" a sus fieles y que se "debiliten y desaparezcan".
En diálogo con “El Frasco” afirmó que “lo reparador fue el respaldo de la gente. Fue heavy porque hicieron un recorte en el que me dejaron sólo a mí, como si esto no fuera una producción de Netflix, con un co-guionista. Al hacer ese recorte te das cuenta cuál es la intención”.
Seguido, la escritora señaló que el comunicado de las iglesias evangélicas “es censura” y admitió: “ahora estoy mejor, pero me sentí mal, empecé a temblar y me puse a llorar”.
“El procedimiento de intimidar al otro para que no hable es un procedimiento que implementaban el nazismo”, enfatizó la autora de varias novelas, entre ellas “Las viudas de los jueves”.
En ese marco, significó que este mensaje “no es sólo para mí, sino para cualquiera que quiera escribir sobre el tema”.
En tanto, aclaró que “la familia de pastores que se muestra en la serie es absolutamente inventada” y advirtió que el comunicado en su contra “no representa a todas las iglesias evangélicas sino a un grupo muy poderoso económicamente que no tiene tanta cantidad de fieles”.
Piñeiro destacó que “he recibido mensajes y textos de pastores evangélicos que no están de acuerdo con lo que hizo esta organización. Esa carta representa sólo a un sector”.
Sobre el proceso de realización de la serie, la autora indicó que “habíamos grabado un tercio de la serie hasta el 19 de marzo y se paró todo. Por suerte habíamos grabado el magnicidio y lo del templo”.
“Cuando pudimos retomar, hubo escenas que tuvimos que cambiar. Cada actor le agregó algo de su impronta a los personajes y cuando tuvimos que seguir escribiendo, ya sabíamos cómo hacerlo. El proceso de reescritura mejoró la serie”, agregó.
“Con Marcelo Piñeyro trabajamos de un modo muy fluido”, señaló la guionista, al tiempo que reconoció que “una primera temporada a veces no permite contar el pasado de los personajes. Hay que instalar ciertas cosas”.
“Los personajes tienen futuro, pensamos que es probable que haya más, pero no estamos seguros todavía”, dijo.