María Esther Ponce, más conocida como Pelusa, celebró el 50 aniversario del mundial de fútbol femenino disputado en México, que la tuvo como protagonista, junto a otras 16 jugadoras de Las Pioneras. Este 21 de agosto, además, se conmemoró por primera vez el Día de la Futbolista Argentina, en homenaje a la goleadora Elba Selva, quien marcó los cuatro goles de la victoria Argentina ante la potencia de Inglaterra en ese certamen.
En declaraciones a Radio Provincia, recordó que durante su infancia se crio en las canchas porque su papá era futbolista y le gustaba el deporte. “En el barrio íbamos de cancha en cancha, pero yo empecé a jugar con mis primos cuando íbamos de vacaciones, con algún vecino”.
Más tarde conoció a un señor de apellido Harrington, que “era como un apoderado de un grupo de muchachas que llevaba a jugar de barrio en barrio y de provincia en provincia. A ese grupo me integré yo. Para nosotras era como una diversión. Nos iba a ver un puñado de gente que no iba a ver un partido de fútbol sino a ‘unas machonas’ que jugaban a la pelota”.
Según contó Pelusa, aquel se reunió con la comisión organizadora del Mundial. “Vino a buscar selecciones a América y nosotras fuimos la única que reunía las condiciones”, destacó, aunque aclaró que “fue una selección inventada por nosotras mismas. El mismo grupo que jugaba entre sí se puso la camiseta celeste y blanca y se subió a un avión para demostrar su fútbol internacionalmente”.
La futbolista recordó que “primero fuimos a un camping, nos preparamos durante dos meses porque nosotras no hacíamos ni gimnasia. Nuestro entrenamiento era jugar un picado una vez por semana. México tenía hasta podólogo y nosotras no teníamos ni camisetas”. Al comenzar el mundial se instalaron en un hotel internacional pero igual recuerda que “no teníamos un peso. Nunca habíamos salido del país. Algunas vendieron fotos para comprarse cosas y los jugadores argentinos que estaban en México nos hicieron una donación”.
El primer partido fue contra México. Ponce recordó que ese día había 110 mil personas gritando por las locales. “Entrar en un estadio monstruoso como ese y con ese césped… igual no nos asustábamos con nada”. Fue derrota 1-3.
El segundo encuentro fue el histórico contra las inglesas, a quienes le ganaron por 4 a 1. El encuentro posterior fue contra Dinamarca y cayeron por 5 a 0. Las danesas luego repetirían el título del mundo al vencer en la final a las mexicanas. En el cierre de su participación, Las Pioneras no pudieron evitar el 4 a 0 en contra.
Pelusa dijo que “para mí fue un orgullo llevar la camiseta nacional en el Mundial de 1971, cuando acá la mujer no se animaba ni a contradecir al marido. Acá la mujer siempre tuvo que pedir permiso para todo, pero jugamos al fútbol desde 1928, aunque no nos mostrábamos porque había una sociedad que no se lo permitía”.