La autora del libro “Trolls SA. La Industria del Odio en Internet”, Mariana Moyano, manifestó que en la primera década de este siglo “dimos toda la discusión sobre la comunicación y el poder cultural de los medios” pero lamentó que el debate no haya continuado porque ese paradigma ya cambió. La periodista sostuvo que “me obsesiona saber dónde está el poder en la comunicación” y explicó que “antes estaba en los medios pero ahora está en el mundo digital”.
En declaraciones a Radio Provincia, destacó la importancia de la reunión que el presidente Alberto Fernández mantuvo con el asesor de Seguridad Nacional del gobierno de los Estados Unidos. Jake Sullivan arribó al país “para ver qué onda Argentina con el 5G, si va a tomar el de China o el propio que Estados Unidos aún no tiene desarrollado”. Moyano destacó que, mientras pasaba esa visita, el gobierno designaba a Jorge Taiana como ministro de Defensa. Aseguró que el flamante funcionario “es una de las personas de más vínculo con el Partido Comunista chino. Así juega la tecnología hoy, a esa escala de decisión de la política internacional”, subrayó.
La también docente de la UBA sostuvo que la concentración del poder en la comunicación empezó a cambiar con las relevaciones sobre la red de vigilancia mundial de Edward Snowden, en 2013, y que se profundizó vertiginosamente con la pandemia a través del nivel de virtualidad que hemos adquirido.
En ese orden, planteó que en la última Copa América disputada en Brasil quedó cristalizado el cambio de época: “los jugadores mediaron a través de sus redes sociales, que tampoco son inocentes porque tienen sus aportes. Hay una lógica de funcionamiento en cada soporte comunicacional. Los jugadores evitaron toda la mediatización. Pusieron a los medios en el lugar de espectadores con el negocio de la trasmisión de los partidos, y todo el resto lo hicieron ellos. En los festejos putearon a los periodistas y esa fue la cereza”. Moyano precisó que “entre el Twitch de Ibai Llanos y los Instagram de Otamendi y del Kun Agüero tuvieron seis veces más personas conectadas que los canales de televisión”.
Por otra parte, cuestionó el aval mundial a la censura de parte de Twitter a Donald Trump. Planteó que el problema “no es que corran al señor naranja de las redes sociales, sino que los grupos económicos más poderosos de la tierra se convirtieron en los dueños de la palabra pública. Como Trump era tan impresentable, no nos importó”. En ese sentido, enfatizó que “si ellos pueden censurar al presidente de Estados Unidos, agarrate porque ya está… y ahora salen los talibanes y dicen ‘facebook me censura’ y tienen razón”.
“Se trata de un poder que la humanidad nunca ha visto”, señaló, y aclaró que no es como antes que tenías un monopolio por país. Ahora es un grupo más grande de empresarios, unos 15 en el mundo, y millones de emisores. Sin embargo, puntualizó que “existe un comportamiento cultural definido por una cantidad de herramientas que eligieron esas personas y que nosotros desconocemos”. La periodista sostuvo que “cuando emitís un mensaje, por ejemplo un twitter, se supone que hay un margen de decisión, que es el texto que elaboras pero se escapa a quién le va a llegar porque eso lo define un algoritmo que desconocemos por completo”. Al mismo tiempo, agregó que “cuando ponés Netflix no sabés porqué la plataforma te sugiere lo que te sugiere y no es lo mismo lo que te sugiere a vos que lo me sugiere a mí. Lo mismo pasa en facebook”.
Según Moyano, estas plataformas “te lo presentan con la lógica de ceros y de unos”, lo cual definió como “el paradigma tramposo de la tecnología neutral llevado al extremo” debido a que “lo que decide es nada más y nada menos que sobre tu gusto”. En ese marco, sumó a Spotify con la música: “vos le vas contando tu estado de ánimo y la plataforma sabe exactamente qué ofrecerte para mantener esa atmósfera. Yo estoy sola en mi casa deprimida llorando, y a lo único que le estoy contando mis sentimientos es a un algoritmo que no conozco y sabe exactamente qué hacer con ello. Fijate el nivel de vulnerabilidad que tenemos”.
Para la especialista, el único que sabe trabajar esto en el país es Daniel Hadad. “Es el puto amo de todo esto porque entiende de qué se trata. Infobae sabe el comportamiento de sus usuarios. Sabe cuándo entró, dónde se detuvo, cuánto leyó, qué notas miró, a qué otra página entró. Pero no es que Hadad espía, sino que cuando le das el primer click a google, ya está”, alertó.
Moyano aseguró que el mundo digital está pensado para ser adictivo y está vinculado con la neurociencia, por eso “pasamos de ser libre de la manipulación de los medios cuando supimos cómo se manejaban” a ser esclavos de estas tecnologías, por lo que resaltó la necesidad de “conocer dónde estamos parados”.