El escritor, traductor, guionista y fotógrafo español Andrés Barba se refirió a su reciente obra “Vida de Guastavino y Guastavino”, que se centra en la figura de un maestro de la arquitectura, pero aclara que es una ficción.
“Un grupo de arquitectos recuperó del olvido a Guastavino, un arquitecto español que va a Estados Unidos y patenta un sistema para construir edificios en Nueva York”, indicó.
En ese sentido, remarcó que Estados Unidos, cuando llegó Guastavino, “era una mezcla de estilos de todo tipo y él empieza a hacer cientos de edificios y lo interesante es que en esa ciudad que se está reconstruyendo constantemente, es elegido por la propia ciudad, como lo que se quiere mantener”.
Este personaje, “de una manera azarosa y no siempre legal, se convierte en el gran sello de la arquitectura modernista que tiene Nueva York”, señaló el autor. Agregó que “me encuentro con él en un momento en el que España vive una crisis de identidad colectiva notoria y aparece la posibilidad de apropiarse de un personaje y politizarlo como el español que conquistó Manhattan”.
Barba dijo que la de Guastavino “es una biografía sobre lo aleatorio de la construcción de una identidad”.
En ese sentido, advirtió que “es imposible que confiemos en que se puede contar realmente una vida, es siempre una operación fraudulenta porque no tenemos toda la información y porque nuestra aproximación siempre está ideologizada, partiendo de esa base, era interesante usar la vida de Guastavino como pretexto para reflexionar desde la escritura como de la lectura”.
“Al poner de manifiesto que todo es una construcción ficcional, no hace que pierda su poder. Traslademos esto a las identidades nacionales, por ejemplo, los argentinos son conscientes de que su identidad es aleatoria, que es así pero podría haber sido de otra forma”, añadió.
En cambio -acotó- “los españoles piensan que ser español es algo esencial como el plutonio. Al perder conciencia de lo aleatorio, la identidad española se vuelve más frágil”.