La psicóloga y docente de la UBA Julia Minaudo se refirió al libro “Alzar la voz. Incidencias clínicas del incesto”, que publicó en co-autoría con Luján Iuale y Agustina Saubidet.
En declaraciones a Radio Provincia, explicó que el material es resultado de una búsqueda sobre “el trabajo preventivo del incesto que es una pandemia, pasa en todos los estratos sociales y nos atraviesa”.
En ese marco “dimos un seminario y a partir de eso pudimos empezar a ubicar que no era un tema muy tratado, porque el psicoanálisis se aboca a las fantasías edípicas, al amor incestuoso que se juega en ellas, pero esas fantasías quedan del lado del niño y no en algo a ser realizado, menos en relación al adulto en juego”.
La psicóloga aseguró que los profesionales de su campo asumen que, en relación a esta temática, “no se puede pasar con el lema de libertad de elección gozosa”.
Revisando los conceptos de Freud, puntualizó que el padre del psicoanálisis sostiene que “si hay una ley en contra del incesto es porque hay una pulsión que tiende a ella, cosa que la sociedad tapa, porque se ve como algo horroroso y exclusivo de la perversión”.
Minaudo afirmó que “hay rasgos de perversión en el incesto, pero no es lo mismo la estructura psíquica de un sujeto que busca la angustia del otro como modo de goce, al ataque en manada que se enlazan en algo de masa, o la no operatoria de un deseo paterno”.
La especialista, recuperando a Freud, significó que “en todo momento histórico existe un cuento de hadas que deja por fuera que la pulsión agresiva es parte del sujeto atravesado por el lenguaje”.
“Los que trabajamos en salud tenemos que estar advertidos que hay una tendencia hacia esto y hay que visibilizar esta problemática, porque generalmente el silencio, como es algo horroroso, se tiende a negarlo y se produce aún más”, añadió.
Minaudo dijo que es tarea de los analistas explicar “por qué esos límites no se pueden pasar y lo que encontramos en la clínica nos lo muestra. Encontramos subjetividades arrasadas que terminan con cortes en el cuerpo, trastornos límites de la personalidad y es porque rompe con algo de la genealogía y eso construye un real nuevo”.