La escritora y cantante de jazz, Tatiana Goransky, habló con Radio Provincia sobre su última novela Quisiera Amarte Menos. “La construí alrededor del deseo que es tan poderoso y tan parecido a la escritura”, manifestó. Se trata de la historia de seis personajes que hacen su propio camino, pero que están enredados en una trama polifónica, violenta, amorosa y sexual.
La autora sostuvo que la obra fue calificada de polémica y eso “puede tener que ver con que uno de los personajes empieza la historia siendo muy fuerte pero se va convirtiendo en una mujer cada vez más sumisa. En un mundo donde estamos todos declamando nuestra libertad y nuestra igualdad, una mujer sumisa puede causar un poco de revuelo”, reconoció. De todos modos, aclaró que “el tema de la sumisión en la fantasía, en la sexualidad y en las relaciones amorosas no se tiene que dejar de lado porque no es políticamente incorrecto, y si lo es, bienvenido. Es un momento difícil para ver mujeres sumisas pero esta es una mujer que ante el amor, el deseo y otras cosas que le pasan adopta ese rol”.
En diálogo con Narraciones Extraordinarias Goransky sostuvo que la Tatiana escritora nació bajo la influencia de las carreras de Dramaturgia y de Cine que estudió al mismo tiempo cuando terminó el colegio y le permitieron estar parada donde estoy hoy: “el lugar en el que los personajes son la historia. Los personajes son los actores que salen a la escena. Les das el texto y los dejás ahí”. En ese marco, decidió “no trabajar con ideas” sino que “los personajes son los que van armando la trama. Hace rato se instaló la literatura explicativa pero no me interesa ni leerla ni escribirla”.
En cuanto a su formación, agregó que el acompañamiento de su abuelo durante la infancia la puede haber empujado a convertirse en escritora. “Mi abuelo contándome los cuentos de Don Zoilo antes de irme a dormir. Tenía la sensación de no poder dormirme hasta que la historia estuviera terminada. Si la historia quedaba trunca, el sueño también”, señaló.
Por otra parte, Goransky manifestó que el mundo en el que vivimos “es cada vez más parecido a un escenario, nunca estuvimos tan solos, tan expuestos. Nunca mezquinamos tanto el cuerpo. Nos escondimos detrás de la tecnología. Antes el primer contacto era a través de la piel pero ahora está todo mediado. Estamos todo el tiempo tratando de construir contexto a lo que está pasando en lugar de ver a las personas”.
También manifestó que la maternidad le cambió la forma de escribir por cuanto considera que la literatura tiene algo de anticipatorio. “Por eso hay cosas que me da miedo escribir y cosas que no volvería a escribir ni tengo ganas de meterme”, expresó, aunque sostuvo que “no es que voy a borrar de la literatura todos los temas complicados de la vida por miedo a que después pasen en la vida, pero hay algo de la anticipatorio que me pone incómoda”.