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SE PRESENTÓ MOACIR Y YO, DE TOMÁS LIPGOT
NARRACIONES EXTRAORDINARIAS

SE PRESENTÓ MOACIR Y YO, DE TOMÁS LIPGOT

Por leopoldo coda / 3 de September, 2021
El documentalista vuelve sobre el músico brasileño Moacir Dos Santos, a quien conoció en el hospital Borda realizando el primero de sus cuatro trabajos.



Se presentó en el Cine Gaumont el documental Moacir y yo, el último trabajo que construyó Tomás Lipgot en torno de la figura de Moacir Dos Santos. La amistad entre el músico y cantante brasileño y el cineasta se convirtió en una trilogía de películas iniciada en 2010 con el film Fortalezas. Mientras documentaba sobre personas encerradas en instituciones como cárceles u hospitales psiquiátricos, el director conoció a su personaje, quien por entonces estaba internado en el Hospital Borda debido a la fragilidad de su salud mental. Su figura se destacó enseguida entre las de quienes dieron sus testimonios en aquella película, a la que le siguieron Moacir (2011) y Moacir III (2017), todos protagonizados por el artista fallecido en 2018. A modo de duelo, el realizador resume en esta obra su relación con el protagonista de sus trabajos. Desde su propia voz y figura, Lipgot recuerda los tiempos de internación, se detiene en sus amigos y familia, y muestra el camino que deberá seguir para que sus canciones se abran a la popularidad. Además de los espacios Gaumont y de las salas Incaa, el registro también se puede encontrar en la plataforma Cinear Play.

En declaraciones a Radio Provincia, el documentalista recordó que la relación con el cantante “nació en 2006 cuando investigaba para mi primer documental (Fortaleza) que filmé en lugares de encierro. Tenía que buscar un personaje que represente lo que significa vivir en el Borda y tenía que ser un personaje con potencia. Enseguida hubo química con Moacir”.

Lipgot señaló que el músico “logró salir del manicomio a los 60 años” y que en ese momento le decía que tenía canciones que había perdido cuando vino a la Argentina. “Las encontré en SADAIC y grabamos un disco junto a Sergio Pángaro”, manifestó. La experiencia quedó reflejada en el documental Moacir, que se presentó en 2011. Seis años más tarde finalizó el trabajo Moacir III, que definió como “una cosa incalificable, media de ficción, donde se suponía que terminaba todo con esta trilogía de la libertad”. Sin embargo, en 2018, con la muerte del artista surgió la idea de hacer Moacir y yo.

En Narraciones Extraordinarias, indicó que “gran parte de la película está realizada con archivo propio y que, como nunca había trabajado con ese tipo de material, fue un desafío. En la pandemia, junto con el montajista (Leandro Tolchinisky), empezamos este proyecto que necesitó mucho visionado y cabeza porque era muy difícil encontrarle un sentido pero cuando empezamos a editar las fichas cayeron solas”. En ese marco, reveló que “el documental está estructurado como un duelo: Hay una pérdida, dificultades que trae esa pérdida y hay un momento en que eso se acepta”.

Lipgot sostuvo que “como personaje, Moacir tiene mucha sustancia. Es increíble. Además, como personaje dramático, tiene un crecimiento que va desde la locura del hospital al delirio creativo y después a la muerte, que fue muy hermosa. Tiene un montón de cualidades histriónicas: Es músico, bailarín”, destacó.

En tanto, manifestó que “la locura es una experiencia muy difícil de transitar porque no tiene bordes” y si bien aclaró que “todos hemos tenido momentos de locura, algunos más y otros menos, romantizarla es una cuestión burguesa, porque se trata de un padecimiento. No hay nada creativo ahí”, cerró.