Consultado por BA con Derechos, Rubén López, hijo del albañil y militante peronista desaparecido en 2006, expresó que "se va a volver a escuchar ese testimonio que ya fue pasado en otros juicios, y que gracias a eso, le valieron un par de condenas más a Etchecolatz. Esperamos que a partir de este juicio tenga otra más. Estamos con la misma ansiedad que vivimos desde el 2006, esa es la realidad. Por primera vez, y después de 15 años cuando participamos y acompañamos a mi viejo en ese juicio, voy a volver a escuchar el testimonio completo."
"'Si un día salgo y lo encuentro a Etchecolatz lo voy a matar', dijo mi viejo. Él dice ahí que hubiera querido hacer venganza pero después se da cuenta que no vale la pena 'por una porquería de esas', refiriéndose a Etchecolatz. Nosotros queremos justicia y esa es la verdad: en este marco y en este caso es lo mismo. Mi viejo está diciendo que hubiese tomado venganza por propia mano y después no lo hace. Militó más de 20 años para que estos juicios se lleven adelante y evidentemente sirvió y mucho porque hoy, además Etchecolatz, se está enjuiciando -por ejemplo- también a Garachico. En ese momento, y cuando mi viejo declara, estos muchachos se pudieron haber sentido amedrentados o asustados con semejante testimonio. Entendemos que entonces cometieron está segunda desaparición, aunque no tenemos pruebas", manifestó.
Para el hijo de Julio López "en cuanto a verdad está todo bárbaro, en cuanto a justicia aún no la tenemos, esa es la realidad. La semana pasada estuvimos reunidos con el juez. La investigación está a cargo de de la fiscalía de Lesa Humanidad a cargo del doctor Schapiro. La carátula de la causa sigue siendo Presunta Desaparición Forzada de Persona y no ha habido avances en los últimos 15 años".
"Quien tiene que definir e investigar qué pasó es la justicia, son los jueces o los fiscales. En base a lo que se ha investigado hay alrededor de 50 cuerpos y 48 anexos, una cantidad de papeles y de fojas tremenda. Ojalá se pudiera sacar una foja que te permita saber qué pasó con mi viejo. No tenemos esa idea de qué pudo haber pasado. No estoy avalando lo que hicieron pero la segunda desaparición es perfecta: no se sabe nada, nadie habla. Hay falta de información, es ese mismo círculo cerrado que nunca permitió que muchos de los padres, hermanos, hijos y nietos hoy estén con nosotros o se hayan encontrado sus cuerpos. Ese círculo de silencio que establecieron los genocidas en la dictadura hoy sigue permanente. La única forma de romper ese círculo es investigando o que alguno de los que participó hable. Esta segunda opción la descartaría por completo, pero nunca se sabe", remarcó.
Para finalizar, Rubén López indicó que "si bien no son iguales, en el caso de Santiago Maldonado durante en el gobierno de Macri, su familia fue ninguneada. En el caso de mi viejo, desde el presidente y hasta todos sus ministros, hasta el 9 diciembre 2015, fuimos atendidos. Se nota la diferencia en el acompañamiento de este tipo de políticas por parte del Estado ".