El taekwondista Juan Samorano recordó el esfuerzo que realizó para disputar los Juegos Paralímpicos de Tokio, donde obtuvo la medalla de bronce. En medio de la pandemia, se preparó en el gimnasio personal de su entrenador y luego participó de un campamento con otros atletas en Pipinas. Con las reaperturas pasó por el centro de entrenamiento del CeNARD y viajó a Kazakistán, donde llevó adelante la última etapa de su preparación.
Por Radio Provincia, expresó que “fue dura la preparación porque estuve mucho tiempo alejado de mi familia y mis afectos pero venía trabajando la parte psicológica: todos los días trataba de mentalizarme en cuanto a que dejé a mis hijos (de 15, 13 y 8 años) porque tengo una responsabilidad muy grande en la que estoy trabajando todos los días y tengo que traer el mejor resultado para el país o al menos que se vea en el campo todo lo que trabajé”.
En ese marco, Samorano expresó que “el deporte me sacó de la calle, me sacó de los problemas en los que estaba metido, de no conseguir trabajo”. Antes de convertirse en deportista de alto rendimiento, señaló que repartía sushi, trabajaba en albañilería y cortaba el pasto. “Hoy me puedo dedicar a entrenar. Antes entrenaba y trabajaba, pero ahora puedo disfrutar mucho más con mi familia y mis hijos. Me cambió la vida”, aseguró.