Juan Latrichano, contador público (UBA) y doctor en Ciencias Económicas (UNLAM) señaló que en las PASO Cambiemos conservó un porcentaje similar al obtenido en 2019 y destacó que si esas mismas proyecciones se mantienen, hay posibilidades de que los votantes que no concurrieron a las urnas “puedan dar vuelta la elección”.
Además, señaló que si bien “los índices económicos muestran una recuperación y se registra un descenso de la inflación; todavía esto no llegó a impactar en la gente” y por eso pidió que las medidas que se toman sean acompañadas por seguimiento y implementación acorde.
En No Corras, por FM 97 UNE, el especialista explicó que en las PASO, el caudal de votantes global en todo el país fue del 66 o 67 %. Es decir que, teniendo en cuenta el promedio histórico de concurrencia, hay un 16 o 17 por ciento que no votó”.
En ese marco, aclaró: “Si uno hace los números globales tenemos que a nivel país, Juntos obtuvo un 40 % y el oficialismo sacó sólo el 31% . Pero, si la primera oposición mantuvo el caudal de votantes de 2019, indudablemente la respuesta de los números del Frente de Todos está en ese 16 o 17 por ciento que no fue a votar”.
“Yo no digo que automáticamente se pueden transferir. Pero, haciendo algún chequeo elemental me encuentro con que hay gente que no fue a votar porque no le interesa esta elección. Pero irá decidido a votar en noviembre. Así que, si se mantuviera un poco la tendencia de 2019, otro puede ser el cantar; sobretodo en la Provincia de Buenos Aires donde la diferencia es menor” aseguró Latrichano.
Además, el economista señaló que “con el clima más benigno en noviembre, y un plan de vacunación más extendido que reasegure que prácticamente estamos saliendo del problema me parece que esto puede dar un vuelco significativo en la elección. Es decir que esto es una cuestión multicausal”.
Por otra parte, Latrichano analizó: “el Gobierno toma buenas decisiones pero no las implementa de manera profunda como es el caso de la Ley de Gódolas, o el plan para fijar precios hasta fin de año. Y eso le pegó al bolsillo de la gente. Y es por ello, recién ahora se empezó a notar un cambio”.
“Concretamente, el salario real, en junio y julio creció por encima del índice de precios. Pero esto no alcanza. Las jubilaciones van a tener un aumento del orden del 13 por ciento. Pero estas pequeñas mejoras todavía no impactaron” analizó. Y agregó que por ello el gobierno “está comenzando a estudiar, una mejora adicional en las jubilaciones mínima, una suba del salario mínimo y un aumento del mínimo no imponible de ganancias”.
Finalmente, el economista señaló: “Hasta acá lo que se hizo no está mal. Se recompuso bastante el tema de la pandemia. El plan de vacunación está muy bien. Y la actividad económica está comenzando a arrancar. Incluso hay registros que están mostrando que este año no sólo están mejor que 2020 sino que la mejoría es respecto de 2019 o incluso 2018. Pero, para que esto llegue a la gente hay que hacer una redistribución profunda”.
“Hay que aplicar un peine fino. Hay que dejar de subsidiar la energía de los bancos, a las multinacionales y a las familias adineradas. Porque si ahorramos intereses de la deuda, si dejamos de subsidiar a las grandes familias, y a las grandes empresas y hacemos un ahorro conjunto; ese dinero lo podemos asignar a las familias más humildes y vamos a tener un resultado importante en el desempeño de la república” concluyó.