El especialista en política Internacional Juan Manuel Karg analizó las elecciones del domingo pasado y las relacionó con otros procesos electorales desarrollados en América en el marco de la pandemia, y subrayó como dato común los malos desempeños de los oficialismos. El elemento central es económico, determinó, aunque existen otros motivos para que se exprese un voto bronca, como el hastío a las restricciones.
En declaraciones a Radio Provincia enumeró las elecciones llevadas adelante en el continente y en España entre inicios del 2020 y la actualidad. Karg afirmó que “en Estados Unidos, el año pasado Trump se encaminaba a conseguir cómodo un segundo mandato porque tenía crecimiento económico y creación de empleo, pero llegó la pandemia y trastocó toda la economía y decenas de millones debieron pedir el seguro de desempleo”. En ese marco, Trump perdió la elección con Biden.
El politólogo agregó que en las municipales llevadas a cabo en noviembre pasado en Brasil, “Bolsonaro apostó a candidatos más duros, en una manera de medirse él mismo, pero perdió feo con la centroderecha, que sigue en el frente de gobierno pero se maneja por el pragmatismo”.
A eso, sumó que “en Chile, Piñera pierde varias elecciones de forma consecutivas (la convocatoria a la Asamblea Constituyente, la conformación de la Asamblea Constituyente y las elecciones a gobernadores) y no le alcanzó ni siquiera enviando cajas de alimentos en la cuarentena”; mientras que en Perú “hubo un oficialismo que primero se desintegró y luego perdió las presidenciales frente a un offsider de la política del país como Castillo”. En esos dos casos, Chile y Perú, los cuestionamientos fueron por izquierda, precisó.
Por otro lado, sostuvo que el gobierno de facto de Jeanina Añez de Bolivia “destrozó la economía” y el Movimiento al Socialismo volvió a la victoria. En México, Andrés Manuel López Obrador “ganó el Congreso pero sin conseguir los dos tercios de la mayoría y hace una mala elección en Ciudad de México”. Algo similar le ocurre a Lacalle Pou en Uruguay, ya que “gana la mayoría de las alcaldías pero pierde las más pobladas como Montevideo y Canelones”, además “está en un momento complejo porque enfrenta una posible consulta popular el año próximo contra su proyecto insignia que es la Ley de Urgente Consideración”.
Por otro lado, Karg afirmó que “en España hubo un voto castigo al gobierno de Pedro Sánchez, cristalizado a la derecha”. En tal aspecto, puntualizó que “España y Argentina tienen muchas similitudes para entender el momento actual”, debido a que “algo de ese voto a la derecha que gana en Madrid holgadamente puede verificarse en la Ciudad de Buenos Aires con el apoyo al PRO y a Milei”.
El especialista en temas internacionales sintetizó que “el voto es económico, aunque hay muchas causales”, y señaló que la sociedad “le termina facturando a Alberto Fernández un desplome económico que es global pero que en la Argentina, con 10 puntos de caída del PBI, es imposible que gane el oficialismo”. Karg reconoció que “muchos analistas pecamos de optimistas pensando que se podía ganar la Provincia de Buenos Aires con esta situación de crisis económica”.
A esto incorporó que “hay cierto hastío con la situación de la pandemia, que se hizo tan larga que hay necesidad de pasar página”, lo que “deriva en la apuesta a fórmulas que no son tan potables”.
Asimismo, indicó que “hay un voto contra una Argentina frustrada en relación a las expectativas”, por cuanto “hay generaciones que no pueden pensar en comprar una vivienda” y existe “hay una precariedad laboral general que no tiene que ver con el actual gobierno ni en el de Macri, ya que empieza con el menemismo o la dictadura”.
De todos modos, Karg desafió que la elección no está cerrada: “Hay que ver dónde va el voto en noviembre. El peronismo, en los momentos en los que peor le va, sale a fondo para solucionar los temas y las expectativas”.